Un reconocido psicólogo explicó a MDZ cuáles son los indicadores en adolescentes para notar que estamos ante un problema de salud mental. Cómo prevenir.
10:25 | Domingo 14 de Septiembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
La salud mental de los adolescentes. Parece que estamos ante un tema recurrente, del que hablamos, pero en verdad decimos poco, entendemos menos y no sabemos qué hacer como adultos para reconocer las señales de que estamos frente a un problema. Y lo más grave: no escuchamos a los jóvenes.
MDZ habló con el psicólogo y extitular de la DOAITE (la exDireccción de Orientación y Apoyo Interdisciplinario a las Trayectorias Escolares) Miguel Conocente, quien nos brindó pautas, indicadores.Pero son indicadores "inespecíficos". ¿Qué quiere decir esa expresión? Que no son lineales, que no necesariamente porque haya una situación de este tipo, estamos ante un problema de salud mental en alguien que transcurre la adolescencia o la infancia. Sin embargo, hay que prestar atención si se presentan. Generalmente se trata de comportamientos que cambian repentinamente y se mantienen en el tiempo.
Lo importante es saber que tenemos una herramienta fundamental para la prevención: la palabra. Generar espacios de diálogo. "Preguntar", dice Conocente. "Y no quedarnos, por ejemplo, con el me fue bien en la escuela, sino repreguntar por qué te fue bien, qué signfica eso. Quizá nos lo cuenten ahora o más tarde, pero tienen que estamos ahí para hablar, para que la palabra circule".
Indicadores que podemos notar en casa
El psicólogo nos da algunas pautas para abrir los ojos, dejar el celular, abandonar la frase reiterativa de que "no tenemos tiempo" y ocuparnos de los adolescentes en casa. "Hay algunos comportamientos a los que habría que prestar atención", sostiene Conocente. "Lo más simple para detectar es que el comportamiento habitual, cambia drásticamente y ese cambio se sostiene en el tiempo", advierte.
Entonces, nos da ejemplos. "Alguien que es muy callado, se pone muy parlachín, pero no dice nada", resalta esas últimas cuatro palabras. Y también, viceversa. Es decir que un adolescente que suele hablar mucho, se llama a silencio por muchos días.
Otro tema son las alteraciones del sueño. "Que generalmente pueden estar asociados al uso de dispositivos a la noche, lo que complica los horarios para dormir, pero también puede ocurrir que alguien comienza a dormir muchas horas de siesta de manera repentina. Hay que ver qué está pasando", remarca Conocente.
La manera de tramitar los vínculos, la socialización, son indicadores de cómo está una persona. "Puede que repentinamente se aisle. Y no se junta por muchos días con nadie, no recibe mensajes, ¿por qué?. O por el contrario, empieza a frecuentar amistades todo el tiempo. Es importante prestar atención a qué está ocurriendo", avisa.
Un asunto que para las familias puede ser un indicador de que algo sucediendo es la alimentación. "Empezar a comer vorazmente o por el contrario, no comer. Esto se da mucho y hay que pensarlo como un síntoma y ver qué hay detrás de eso", reflexiona.
Indicadores en la escuela
Conocente, experto en situaciones de crisis que se dan con niños, niñas y adolescentes en las escuelas, explica que en primaria es más fácil que en secundaria detectar indicadores de que estamos frente a un problema. "Simplemente porque en la primaria hay una o dos docentes a cargo del aula, en cambio en la secundaria hay distintos profes. Por eso los preceptores ocupan un rol fundamental en esto", dice.
En la escuela, podemos notar cambios de comportamientos en los recreos. "Antes se juntaba con muchos pares, ahora no se quiere juntar con nadie. En ese caso hay que indagar. Hay quienes no salen del curso a jugar o charlar o los más chicos que se quedan pegados a la docente y no se quieren mover de ahí", explica.
El cambio en el rendimiento académico es otro indicador. "De repente empieza a tener la mayoría de las materias desaprobadas, la carpeta incompleta, algo está pasando", confía. Además, que se empiece a comportar de una manera determinada, es otra razón para prestar atención.
Bancate este defecto o cómo aceptar a los adolescentes
Lo dice Charly García "bancate este defecto" , en una de sus icónicas canciones de comienzos de los 80. Se trata de un inconveniente que tenemos las personas adultas, en muchas ocasiones, de no ser flexibles para aceptar que nuestros hijos no son tan "hermosos y buenos" como los soñamos. Entonces negamos, miramos para otro lado y desde esa postura, poco - o nada- se puede hacer.
"El mundo adulto en nuestra época, está vacante. No regula, no escucha. Decimos que no tenemos tiempo. Les decimos a los adolescentes que no hay tiempo ni hay espacio, y ese mensaje tiene un efecto en ellos", razona Conocente. "El mundo adulto se ha corrido de lugar, y es muy importante que retome su lugar porque sino los pibes se quedan solos", continúa.
En ese sentido, explica como muchas veces miramos a los adolescentes con anteojos de lo "bueno" y lo "malo", simplificando todo, no nos corremos de ahí, de esa dicotomía. "Incurrimos en simplificaciones de lo que está bien y lo que no, por lo tanto, prohibimos o no. Y no es el camino. El desafío es abrir la cabeza", asegura Conocente,
Pero claro, para abrir la cabeza, primero, hay que abrir los ojos y también y especialmente, escuchar. "Nos quedamos con que les fue "bien", con que "no me cuenta" ¿qué hacemos para que la palabra comience a circular?", finaliza. Y nos deja en un lugar incómodo, tan incómodo como necesario: como adultos, hacernos cargo.