Empleo en negro: un 56% más rápido y ya se registran 1,5 trabajadores en informales por cada formal

09:41 | Domingo 08 de Septiembre de 2024 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

El empleo informal, también conocido como trabajo en negro, ha mostrado un crecimiento alarmante en Argentina durante los últimos cuatro años, superando con creces al empleo formal. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), mientras que el sector privado generó 363.000 empleos registrados, el número de trabajadores informales creció en 568.000. Esto significa que por cada nuevo empleo formal, se sumaron 1,5 empleos en negro, una tendencia preocupante que refleja la creciente precarización laboral en el país.

El trabajo en negro afecta gravemente a los trabajadores, ya que los priva de derechos esenciales como la seguridad social y el acceso a jubilaciones, además de afectar negativamente la recaudación fiscal del Estado. Sin embargo, esta problemática no es exclusiva de Argentina. En América Latina, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que el 50% de los trabajadores se encuentra en la informalidad, con un impacto especialmente fuerte en sectores vulnerables como los jóvenes y las mujeres.

Sectores con Mayores Niveles de Informalidad

En Argentina, el sector del servicio doméstico es uno de los más afectados por la informalidad, con un 71,5% de sus 1.673.000 trabajadores sin aportes previsionales. La industria agrícola, con un 59,2% de sus 853.000 empleados en negro, y el sector de la construcción, donde el 58,4% de los 946.000 trabajadores no está registrado, también muestran altos niveles de empleo informal. Esta situación afecta no solo la estabilidad laboral de estos sectores, sino también los ingresos fiscales y los beneficios sociales a los que podrían acceder los trabajadores.

Impacto de la Recesión en el Empleo

El deterioro de la economía argentina ha sido un factor clave en el aumento del empleo informal. Según un informe del INDEC, el Producto Bruto Interno (PBI) cayó un 5,1% durante el primer trimestre de 2024, lo que derivó en una mayor pérdida de empleos formales. Ante la falta de alternativas, muchos trabajadores recurrieron al empleo informal. El desempleo en el país alcanzó el 7,7%, y el 34,9% de los trabajadores se encuentran por debajo de la línea de pobreza, lo que refleja la fuerte pérdida del poder adquisitivo, que ha caído casi un 40% desde 2017.

La informalidad ha generado una profunda preocupación en la sociedad. Según una encuesta de la consultora Equipo Mide, el 23% de la población considera la pobreza como su principal preocupación, seguida por la desocupación (15%) y la inflación (14%).

Además del impacto económico, la precarización laboral también tiene repercusiones emocionales. Un 41% de los encuestados aún mantiene la esperanza de una mejora, mientras que un 22% manifiesta enojo y un 19% incertidumbre sobre el futuro.