Marcelo Barovero: una carrera consagratoria en River y la espina de la Selección

Marcelo Barovero, uno de los arqueros más emblemáticos del fútbol argentino en la última década, se retiró de la actividad profesional en 2024 tras una extensa y exitosa carrera. En una entrevista reciente, el exguardameta de River Plate compartió sus sensaciones sobre su paso por el club de Núñez y confesó una cuenta pendiente que aún le genera cierta frustración: no haber sido convocado de manera sostenida a la Selección Argentina.

Barovero, apodado “Trapito”, fue protagonista de momentos históricos en River, como la recordada atajada a Emmanuel Gigliotti en la semifinal de la Copa Sudamericana 2014, que marcó el inicio de una era gloriosa bajo la conducción de Marcelo Gallardo. Con el club, conquistó seis títulos, entre ellos la Copa Libertadores 2015, y se convirtió en referente de una generación que devolvió al equipo su prestigio internacional.

A pesar de su rendimiento sobresaliente, Barovero nunca logró consolidarse en el seleccionado nacional. Durante el ciclo de Alejandro Sabella, recibió dos convocatorias para amistosos, pero no tuvo participación en los partidos. “En River todos tuvieron una chance en la Selección menos yo”, expresó con sinceridad, mencionando a compañeros como Gabriel Mercado, Jonatan Maidana, Ramiro Funes Mori y Matías Kranevitter, quienes sí fueron considerados por los distintos cuerpos técnicos.

El arquero atribuye esta ausencia a decisiones técnicas y a una lógica que favorecía a los jugadores que emigraban al exterior: “Siempre decíamos que llegaban a Ezeiza, cruzaban el Atlántico y ya se los convocaba. Jugador que se iba, antes de que aterrice ya era convocado”, comentó, sin resentimiento, pero con una clara sensación de injusticia.

Tras su retiro, Barovero se instaló en Pilar, donde fundó una academia de formación de arqueros. Desde allí, continúa vinculado al deporte que lo apasiona, transmitiendo su experiencia y valores a las nuevas generaciones. “Hoy soy hincha de River a muerte”, afirma, reconociendo el lugar central que ocupa el club en su vida.

La historia de Marcelo Barovero es la de un profesional ejemplar, que supo ganarse el respeto de sus pares y el cariño de los hinchas. Aunque la Selección le fue esquiva, su legado en el fútbol argentino permanece intacto, y su figura sigue siendo sinónimo de compromiso, humildad y excelencia bajo los tres palos.