El mercado ve empatado hasta fin de mes el destino de los plazos fijos que venzan.
22:07 | Lunes 08 de Septiembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
“Esta mañana me llamó un antiguo cliente para avisarme que nos transferiría una suma importante para que la invirtiéramos rápido en cualquier activo dolarizado que le aconsejáramos, consulté la decisión con el equipo de asesores y la conclusión fue decirle que no nos apuremos. Esperar un poco”, confesaba esta mañana un conspicuo administrador de cartera de pequeños inversores.
A primera hora, en la mayor parte de las agencias especializadas en colocaciones de capitales a corto y mediano plazo, convocaron a su personal especializado a reuniones para evaluar los impactantes resultados electorales del día anterior en la provincia de Buenos Aires y los posibles escenarios que se irán abriendo.
En la mayor parte de los casos, según averiguaciones hechas por NA, la conclusión fue que la reacción de los mercados había sido “espontánea y emocional” y que si la cotización del dólar terminó pegándose contra el techo de la banda cambiaria de $ 1.450, obedeció a la decisión del Gobierno de Javier Milei de frenarlo con ventas del Tesoro Nacional, desde su cuenta del Banco Central.
La ratificación oficial de la política monetaria, aun con un traspié electoral como el que sufrió el oficialismo, puso a todos los operadores a revisar los pasos que vendrán.
En general, el término medio al que arribaron fue trazar una línea desde hoy a fin de mes, cuando se entra en la antesala del comicio nacional, y una vez conocidos los resultados, proyectar un panorama de corto y mediano plazo de posibilidades que condicionarán el reacomodamiento de los activos financieros, hasta fin de año, primero, y para 2026 y 2027.
Algún que otro mileísta de mesas de dinero, luego de la jugada oficial de ratificar la banda máxima cambiaria, arengó a sus clientes de confianza: “Vendamos dólares a $1.450, ponemos los pesos al 4% mensual, y salimos a fin de mes a un cambio bastante parecido. Con 100 mil dólares saliendo y entrando, se ganan 4 mil limpitos en menos de un mes”.
En las oficinas de segundos pisos rechazaron este carry trade oportunista aduciendo que no se sabe qué pasará dentro de unos días, por lo que la jugada sería altamente riesgosa.
Financistas versus cueveros
Pero los financistas se diferenciaron de los cueveros, a quienes descalificaron por timberos, porque, además, los grandes jugadores (bancos y empresas) tienen sus carteras “encepadas” y no les es posible sumarse a ninguna corriente de demanda.
Sólo el chiquitaje estaría ahora en condiciones de arriesgar con un trade carry, pero los asesores de extrabursátiles no se los recomiendan. Y entonces, los movimientos se circunscriben al blue, el más próximo a los colchones y permeable a cualquier ataque de pánico del mercado.
En principio, no fue esta vez la reacción inmediata.
Los financistas coincidieron en atribuir la primera repercusión del domingo en los mercados a una catarsis emocional ante la sorpresa, a una tensión fugaz, que con las horas se fue racionalizando.
A diferencia de 2001, argumentaron, no hay en juego una convertibilidad, que subrayan resultó ser una profecía autocumplida.
Como actualmente soltar el dólar no rompería contratos, ligados a un complejo andamiaje legal, como era entonces, el miedo no pasa de ganar o perder con los recursos que se apliquen a la apuesta.
No hay riesgo de corralitos ni de repetir traumas de hace 24 años.
La hipótesis que manejan, de este modo, es que Fuerza Patria (base kirchnerista) ganó por semejante diferencia debido a la decisiva influencia que tuvieron los intendentes en el comicio bonaerense, que no se repetirá en la contienda nacional del mes que viene, donde no exponen representación directa.
En consecuencia, hasta entonces, la perspectiva apunta a un empate en cuanto al destino que tendrán los pesos y a los dólares, mientras no se vea qué hará el Gobierno, si habrá cambios de hombres y de políticas, cuán mínimos, lentos o rápidos serán.
Y fundamentalmente la credibilidad que inspiren.
Hace dos meses y medio, el mercado dejó de creerle al Gobierno con relación a la banda cambiaria con la que reemplazaron la anterior política, y tomó un sesgo pesimista, lo cual se tradujo en que, aun con las tasas al 20%, el dólar igual subía.
Los inversores que ya tienen colocadas sus tenencias en pesos al 4 a 4,5% mensual en bancos, o por encima del 70% anual en alguna que otra fintech, a medida que se les venzan los plazos fijos, seguramente -especulan los expertos- se dolarizarán, y al revés, los que ya lo están, es casi imposible que se pesifiquen para aprovechar las tasas.
En esta franja de incertidumbre anida la volatilidad.