La FIA instó a los equipos a cerrar las puertas de los garajes para refugiarse del viento.
Las lluvias comenzarían cerca de las 6 AM, cinco horas antes de la Sprint Race.
El año pasado con Williams, el argentino chocó contra el muro en una pista
09:22 | Sábado 08 de Noviembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
San Pablo regaló su sol y un cielo celeste para que los argentinos celebraran con una bandera gigante la confirmación de Franco Colapinto como piloto titular de Alpine para la próxima temporada de la Fórmula 1. Pero un rato después de que terminaran las actividades con el piloto bonaerense en el puesto 16 tanto en el único entrenamiento del fin de semana como en la clasificación de la Sprint Race, el cielo se cubrió de nubes y el alerta meteorológico no tardó en aparecer. Sí, como ocurrió el año pasado, la lluvia -parece inevitable- se hará presente en Interlagos el sábado.
"Defensa civil: condiciones de lluvia y ráfagas de viento fuerte en las próximas horas y a lo largo del sábado 8. Evite áreas abiertas y busque refugio de ser necesario". El mensaje comenzó a llegar a los celulares de los residentes en San Pablo poco antes de las 20 de este viernes. Para los acreditados a la Fórmula 1 que lo recibieron no fue una sorpresa.
Un rato antes, a las 18.02, Rui Marques, el director de carrera de Fórmula 1, firmó un comunicado en el que la FIA les pidió a las escuderías que "debido a las condiciones climáticas severas previstas, se permite a todos los equipos cerrar las puertas de sus garajes", con la finalidad de que se puedan evitar posibles desperfectos por vientos y lluvias.
El monitoreo de la FIA comenzó incluso antes de que se iniciara la actividad. Desde el día que se abrieron las puertas a la prensa, al ingresar a la sala de periodistas una cartelera que suele informar sobre kis eventos deportivos también tenía pegada una página con el pronóstico del clima. Y, según los últimos reportes, las lluvias fuertes comenzarán a las 6 de la mañana, cinco horas antes de la Sprint Race.
El alerta en la ciudad paulista habla de un ciclón, con vientos que podrían llegar a los 100 km/h. Sin embargo, como la previsión no fue estable en estos días -de hecho, este viernes el sol dominó la jornada-, no se definió ningún cambio en la programación, como en la previa había hablado el sitio RacingNews, información que desde la FIA no fue confirmada.
El recuerdo, claro, lleva automáticamente a lo vivido el año pasado en el Autódromo José Carlos Pace. El sábado, tras la Sprint Race y antes de la clasificación, una tormenta torrencial se desató esa tarde sobre Interlagos y obligó a cancelar la clasificación, que finalmente se disputó el domingo en un horario atípico (7.30), mientras que la carrera se adelantó porque la previsión era que las gotas regresaran en el mismo horario que ese día.
Pero la lluvia, esa de la que tanto se había hablado en la previa porque a Franco Colapinto nunca le había tocado correr en esas condiciones, jugó un papel determinante en un joven que pagó cara la falta de experiencia a la salida de la S de Senna. Fue allí donde se despistó y chocó su Williams en una Q1 que había comenzado con un gran tiempo (1m31s270 milésimas), que lo había puesto noveno. Se bajó del auto y lo observó con tristeza hasta que un comisario lo tomó del brazo y lo sacó de la escena. Aunque era su primera vez bajo la lluvia, la pista estaba complicada tanto para él como para el resto: hubo cinco banderas rojas por los despistes de Carlos Sainz, Lance Stroll -exactamente en el mismo lugar que el argentino-, Fernando Alonso y Alex Albon, que se llevó la peor parte porque los mecánicos del equipo con sede en Grove, que sí arreglaron el suyo, no llegaron a recuperar el auto del tailandés para ponerlo en la pista tres horas después. De hecho, la Q3 solo la disputaron ocho autos.
Franco Colapinto junto a su Williams destrozado, en 2024.Franco Colapinto junto a su Williams destrozado, en 2024.
"Chicos, muchas gracias por esto. Son leyendas. Gracias", les dijo Colapinto en la radio a sus mecánicos antes de largar 16°, justo delante del neerlandés Max Verstappen, que completó un gran premio soñado y ganó en Brasil. En una carrera loca e interrumpida que comenzó con una doble vuelta previa, el argentino hizo una salida prolija, cuidándose del poco agarre en una pista complicada y aún así se puso 12° en la primera vuelta y luego adelantó con una maniobra limpia a Lewis Hamilton, que levantó a los casi 7 mil argentinos en el autódromo: “Olé, olé, olé, olé, Franco, Franco”.
Pero todo se complicó tras su ingreso en el giro 27 para cambiar las gomas intermedias, justo antes de que apareciera un Virtual Safety Car porque Nico Hulkenberg perdía el control del Haas y varios rivales decidieran pasar por boxes. En un auto que había perdido estabilidad por el toque que le dio Ollie Bearman de atrás, la salida del auto de seguridad complicó aún más el panorama. Apenas cuatro vueltas después, en la 31, Franco recibió otro juego de gomas intermedias y fue casi lo último que hizo porque la bandera roja se desplegó: el bonaerense se había dado un fuerte golpe contra el paredón después de la 13.