Más de 30 mil personas vivieron la primera reunión del cónclave

06:42 | Jueves 08 de Mayo de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Más de 30.000 personas se congregaron este miércoles en la Plaza de San Pedro para presenciar la primera fumata del cónclave. La multitud, formada por fieles, curiosos y turistas, se mostró ansiosa por conocer el resultado de la primera votación para elegir al nuevo papa. El ambiente fue de tensión y esperanza, aunque la extensa espera pronto generó impaciencia.

La larga duración de la primera votación alimentó las expectativas de los presentes, quienes miraban constantemente hacia la chimenea de la Basílica de San Pedro, esperando el humo blanco que indicaría la elección del nuevo pontífice. Sin embargo, el humo negro que emergió finalmente disipó la ilusión de una elección pronta, dejando a muchos con el sentimiento de desencanto.

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La noticia del humo negro recorrió rápidamente la plaza, y con ella se desvaneció la esperanza de los presentes de ver un resultado positivo en la primera jornada. A pesar de la desilusión, la multitud no abandonó el lugar, consciente de que las votaciones continuarían al día siguiente.

El cónclave siguió el jueves desde las 09:00 locales (las 04:00 de la madrugada en la Argentina). Durante el día, se previeron dos votaciones por la mañana y otras dos por la tarde, lo que mantuvo viva la esperanza de que pronto se lograra la fumata blanca.

Una gaviota, inesperada atracción, alivió el tedio de la espera. Durante horas, una gaviota (a veces dos) se posó sobre el tejado de la Capilla Sixtina, mirando desde allí los movimientos de los cardenales, convirtiéndose en la gran atracción en medio de la monotonía de la espera.

El retraso generó cansancio y ansias de ver un resultado. Aunque la plaza estuvo llena de fieles y turistas que llegaron poco después de que los 133 cardenales electores se encerraran en la Capilla Sixtina, a medida que avanzaba la tarde y caía la noche, la impaciencia comenzó a apoderarse de muchos. Algunos comenzaron a aplaudir rítmicamente en un intento de acelerar la fumata, mientras que otros optaron por cantar para pasar las largas horas de espera.

Finalmente, el humo negro terminó por dar un golpe a las expectativas, y la decepción fue palpable entre los asistentes. “Me emocionó, no importó que el humo fuera negro, demuestra que el Espíritu Santo estaba trabajando”, expresó James Kleineck, un turista de 37 años de Texas. Mientras tanto, Marcelo Castro, un religioso mexicano de 26 años, comentó: “No me sorprendió, creo que va bien”.

El jueves, miles de personas volvieron a llenar la plaza, con la esperanza de que la fumata blanca finalmente llegara, y se pudiera anunciar al nuevo papa.