Este jueves 8 de mayo, los cardenales eligieron al Sumo Pontífice número 267, sucesor del papa Francisco I. El nuevo líder de la Iglesia Católica eligió el nombre de León XIV.
17:31 | Jueves 08 de Mayo de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Este jueves, en la tercera votación del día, los 133 cardenales de todo el mundo eligieron como el sucesor de Pedro, a Robert Prevost. Este cardenal estadounidense, eligió el nombre de León XIV. El monseñor Prevost tiene un fuerte vínculo con los latinoamericanos, posicionándolo en la vereda de enfrente a Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, que contaba con la mayoría de los obispos americanos.
Desde el punto de vista espiritual, el nuevo nombre al asumir un papado está relacionado con una nueva misión dada por Dios.
Tal como establece la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis (1996), documento promulgado por Juan Pablo II, una vez que un cardenal obtiene los dos tercios de los votos durante el Cónclave, el Cardenal Decano le pregunta si acepta la elección canónica como Sumo Pontífice. Si el elegido ya es obispo y acepta, adquiere inmediatamente la plena y suprema potestad sobre la Iglesia universal. Una vez que acepta, se le pregunta al nuevo Pontífice por el nombre que desea adoptar como Papa. ¿Quomodo vis vocari? (en español: "¿Cómo quiere que lo llamen?"), es la pregunta que le hace el cardenal decano al pontífice electo.
En este caso Prevost, eligió el de León , el creador de la Doctrina Social de la Iglesia y la justicia social. Buscando continuar de esta manera con el legado que dejó Jorge Bergoglio con su tiempo como Sumo Pontífice.
El papa León I tuvo su pontificado entre los años 440 y 461, y desempeñó un rol clave en la historia de la Iglesia Católica durante el siglo V. Se destacó por su firme defensa de la doctrina cristiana, en un contexto marcado por fuertes críticas y disputas sobre la figura de Cristo.
Su intervención en el Concilio de Calcedonia, a través del documento conocido como "Tomo a Flaviano", fue decisiva para establecer que Cristo es verdadero Dios y verdadero hombre. Además, León I reforzó la autoridad del papado al afirmar que el obispo de Roma era el sucesor directo de San Pedro, consolidando así al Papa como la máxima figura de la Iglesia y pieza central en su estructura.
Finalmente, debido a su gran legado doctrinal y político, recibió el título de “Magno”, además de haber sido declarado Doctor de la Iglesia y canonizado como santo.
El tipo de papado que ejerció León I puede tener un parecido a lo que buscó Francisco durante su papado ya que ambos pontífices tuvieron un rol muy activo en momentos de tensión tanto dentro como fuera de la Iglesia.
Aunque sus estilos son diferentes, a los dos los une la idea del papado como un servicio. Francisco sostuvo este liderazgo que inició León desde una perspectiva más pastoral. En ambos casos, el pontífice actúa como guía en momentos clave, reforzando el papel del papado como motor de unidad dentro de la Iglesia Católica.
De esta manera, Robert Prevost busca, a través de la elección de este nombre, continuar el legado de León I y de su predecesor, el papa Francisco.