17:27 | Miércoles 12 de Febrero de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
"Vamos a encontrar miles de millones, cientos de miles de millones de dólares de fraude y abuso". Con estas palabras, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó el domingo en una entrevista con Fox News su intención de que Elon Musk, al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DoGE), audite el Pentágono en busca de despilfarros y malas prácticas.
Trump y Musk tienen razones de sobra para desconfiar del Departamento de Defensa cuyo presupuesto se aproxima al billón de dólares anuales. En diciembre pasado, el entonces presidente demócrata Joe Biden firmó una ley que autorizaba un gasto en defensa de 895.000 millones de dólares para el año fiscal que finaliza el 30 de septiembre.
Ciertamente, las críticas al Pentágono por su gasto excesivo y la falta de transparencia no son nuevas. Líderes de todo el espectro político han señalado durante años el despilfarro y la ineficacia en el Departamento de Defensa. Por ejemplo, en 2015, el Pentágono gastó 41,6 millones de dólares en Viagra y otros 43 millones en medicamentos similares para la disfunción eréctil.
Sin embargo, hasta ahora, nadie se había animado a “tomar el toro por las astas”
Elon Musk, designado por Trump para liderar el DoGE, tiene la misión de reducir el tamaño de la fuerza laboral federal y aumentar la eficiencia del Estado. Ya ha iniciado evaluaciones en dependencias como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), donde se descubrió que cientos de millones de dólares se destinaron a causas ajenas a lo humanitario.
La auditoría que está ejecutando el DoGE en USAID ha revelado una serie de proyectos financiados por la agencia estadounidense que han generado controversia debido a su naturaleza y su destino final. Algunos de los casos más polémicos incluyen:
Promoción LGBTQ+ en Serbia: USAID destinó 1,5 millones de dólares para promover la diversidad en el ámbito laboral serbio.
Musical inclusivo en Irlanda: Se asignaron 70.000 dólares para la producción de un musical con temática de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI).
Ópera transgénero en Colombia: Se financiaron 47.000 dólares para una producción operística con temática trans.
Cómic trans en Perú: USAID invirtió 32.000 dólares en la creación de un cómic sobre identidad de género.
Fondos destinados a grupos terroristas: Según informes, 122 millones de dólares terminaron en manos de grupos terroristas. Por ejemplo, 10 millones de dólares en alimentos financiados por USAID fueron a parar a un grupo vinculado a Al Qaeda.
Apoyo a periodistas y medios: En 2025, USAID tenía presupuestados 268 millones de dólares para financiar a 6.200 periodistas y 707 medios de comunicación en todo el mundo.
La pregunta que surge es, si tan sólo en un par de días DoGE encontró cientos y cientos de millones de dólares de despilfarro y apoyo a causas que nada tienen que ver con lo humanitario en USAID, que es un organismo cuyo presupuesto es relativamente visible. ¿Qué se puede esperar del Pentágono, que destina millones y millones de dólares en programas secretos y clasificados?
El asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, sugirió que los procesos de construcción naval del Pentágono podrían ser un área de especial interés para el DoGE, y caracterizó al Pentágono en general como lleno de hinchazón innecesaria.
"Todo allí parece costar demasiado, llevar demasiado tiempo y ofrecer muy poco a los soldados... Necesitamos líderes empresariales que vayan allí y reformen absolutamente el proceso de adquisiciones del Pentágono", afirmó Waltz en una entrevista en el programa Meet the Press de la NBC.
Equilibrar el presupuesto
Uno de los objetivos de Trump es equilibrar el presupuesto de Estados Unidos, que enfrenta un déficit histórico tras el gasto excesivo experimentado bajo la Administración Biden. En 2024, el déficit presupuestario de EE. UU. subió al 6,4% del PIB, alcanzando los 1,9 billones de dólares, según datos oficiales.
Es por ello que, al igual que la “motosierra” de Javier Milei en Argentina, se anticipan fuertes recortes en el presupuesto gubernamental, y el Pentágono no será la excepción.
Trump ha manifestado su intención de no iniciar nuevas guerras y finalizar las existentes, buscando, por ejemplo, un acuerdo de paz en Ucrania (ha reiterado que no está a favor de seguir enviando armamento a Kiev) y retirando las tropas estadounidenses de Siria. Estas dos acciones ya de por sí aliviarán considerablemente el presupuesto militar.
Además, el actual jefe del Pentágono, Pete Hegseth, ha declarado que pondrá fin a la ideología de género y a los programas DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión) en las fuerzas armadas de EE. UU., lo que también se traducirá en importantes recortes presupuestarios en esas áreas. Hegseth, exoficial de la Guardia Nacional y presentador de Fox News, afirmó que "la orientación del Presidente es clara: No más DEI en el Departamento de Defensa".
Una nueva era
El senador John Kennedy ha destacado el papel de Elon Musk en esta auditoría, señalando que “finalmente alguien con experiencia en eficiencia y gestión empresarial está examinando a fondo el gasto del Pentágono”. Kennedy también criticó la postura de los demócratas, afirmando que “quieren seguir gastando sin rendir cuentas”.
Asimismo, los recortes del presupuesto del Pentágono forman parte de la nueva impronta que la administración Trump 2.0 le quiere dar a las fuerzas armadas. De hecho, ya se observa una nueva moral en las tropas estadounidenses con la llegada del dirigente republicano a la Casa Blanca y su discurso de “America First”. Prueba de ello es que tras la victoria del líder del movimiento MAGA en las elecciones de noviembre, el ejército estadounidense alcanzó al mes siguiente el nivel de reclutamiento más alto en 15 años, revirtiendo una tendencia a la baja que había persistido durante décadas.
Dada la magnitud del presupuesto y las críticas históricas sobre la falta de transparencia, es muy probable que Trump y Musk, al igual que ocurrió con USAID, se encuentren con una fuerte resistencia de la cúpula burocrática militar y los contratistas del Pentágono (la industria bélica) para avanzar en una auditoría que podría resultar histórica.
Es por ello que el resultado del trabajo de Musk es aún incierto, sin embargo, en última instancia, lo poco o mucho que el dueño de Tesla -junto a su equipo- pueda sacar a la luz representará un enorme aporte en la revelación de los gastos ocultos del gobierno. Es esperable que haya grandes sorpresas en las próximas semanas.