Boca Juniors afrontará la semifinal del Torneo Clausura frente a Racing Club con una particularidad: por quinta vez seguida, jugará en la Bombonera dentro del mismo certamen. Antes de este cruce, ya había recibido a River, Tigre, Talleres y Argentinos Juniors, con un rendimiento que refleja la solidez del equipo: cuatro triunfos, siete goles anotados y ninguno en contra.
Lo que vuelve excepcional esta seguidilla es que no depende de la combinación entre el final de una temporada y el arranque de la siguiente, ni de partidos reprogramados, ni de alquileres de estadio. Es una racha “pura”: cinco encuentros oficiales consecutivos en su propia cancha y dentro del mismo torneo, algo nunca antes visto en el fútbol argentino.
Boca y un registro histórico
Según el dato compartido por TyC Sports, en la estadística del fútbol argentino existen varias secuencias de cinco presentaciones consecutivas como local, pero todas comparten un rasgo: mezclan el cierre de un campeonato con el inicio del siguiente o dependen de circunstancias excepcionales.
Racing protagonizó una de esas series en la temporada 2003-2004, aunque uno de los partidos lo disputó como “visitante” en su propio estadio y otro quedó pospuesto por compromisos internacionales de su rival. Algo parecido ocurrió con Newell’s entre el Apertura 2005 y el Clausura 2006, cuando se encadenaron cinco partidos en el Coloso del Parque, pero con encuentros que correspondían a la condición de local de otro club al que le cedía el estadio.
River también aparece en un caso reciente, con una seguidilla que se dio entre el final de un torneo, los playoffs posteriores y el inicio del Clausura siguiente, atravesada por compromisos de Copa y el Mundial de Clubes. Talleres completa la lista con ejemplos entre 1999 y 2001, donde su racha estuvo marcada por partidos postergados, cesiones de estadio y el empalme entre torneos.
Una marca que se sostiene sin atenuantes
En contraste con todos los casos anteriores, Boca concretará cinco partidos consecutivos en la Bombonera dentro del mismo campeonato, sin duelos reprogramados, sin prestar su estadio y sin el salto entre certámenes. Por eso, lo que sucederá ante Racing no solo será llamativo: pasará a la historia como una secuencia que ningún otro club del fútbol argentino había conseguido bajo las mismas condiciones.














