En las elecciones del 26 de octubre, más de un millón de adolescentes de 16 y 17 años podrán participar del proceso electoral. Qué derechos tienen.
11:17 | Sábado 18 de Octubre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
El próximo 26 de octubre se realizarán las elecciones legislativas que renovarán parte del Congreso Nacional. Entre los electores habilitados se encuentra un sector que, aunque representa una fracción menor del padrón, despierta gran interés por su potencial para incidir en los resultados: los adolescentes de 16 y 17 años.
Desde la sanción de la Ley 26.774 en 2012, conocida como Ley de Ciudadanía Argentina, los jóvenes de esta franja etaria pueden ejercer su derecho al voto de manera optativa en comicios nacionales. Esto implica que pueden sufragar, pero no están obligados a hacerlo. La norma constituyó un avance en materia de derechos y buscó incentivar la participación política de las nuevas generaciones.
Según la Cámara Nacional Electoral (CNE), los adolescentes de 16 y 17 años representan cerca del 3,16% del padrón nacional, lo que equivale a 1.139.315 votantes habilitados sobre un total de 35.987.634. Si bien su concurrencia suele ser menor que la del resto del electorado, debido al carácter voluntario de su voto, en elecciones ajustadas o con escenarios de paridad su incidencia puede resultar decisiva.
Electores adolescentes por provincias
Según el CNE, la provincia de Buenos Aires concentra la mayor cantidad de votantes jóvenes, con 435.329 habilitados, seguida por Córdoba (93 mil), Santa Fe (82 mil) y Ciudad de Buenos Aires (58 mil). En contraste, Tierra del Fuego cuenta con casi 5 mil electores de 16 y 17 años, La Pampa con cerca de 9 mil y Santa Cruz con 9.420.
Históricamente, la participación de los jóvenes en comicios nacionales ha mostrado un interés sostenido por la vida democrática. En elecciones presidenciales, la asistencia creció del 58% en 2015 al 64% en 2019, alcanzando un récord de 68,6% en 2023, el nivel más alto desde la implementación del voto joven.
En 2023, Buenos Aires y Santiago del Estero lideraron los niveles de participación juvenil (80% y 78,9%), mientras que Mendoza y Tierra del Fuego registraron las cifras más bajas (46% y 46,5%).
Todos los jóvenes que cumplen 16 años hasta el día de la elección quedan automáticamente incorporados al padrón, siempre que posean su DNI actualizado. Pueden votar tanto en elecciones nacionales como provinciales, siempre que la jurisdicción contemple el voto joven, algo que ocurre en la mayoría de las provincias argentinas.
El voto joven no solo refleja números: también funciona como termómetro social y político. Aunque su impacto estadístico pueda parecer limitado, sirve para anticipar tendencias culturales y sociales.