Corea del Sur: destituyen al presidente Yoon Suk Yeol por decreto de ley marcial

07:39 | Lunes 16 de Diciembre de 2024 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

El Parlamento de Corea del Sur destituyó al presidente Yoon Suk Yeol tras aprobar una moción de juicio político por 204 votos a favor y 85 en contra. La medida fue tomada luego de que el controvertido decreto de ley marcial del 3 de diciembre generara indignación generalizada en el país.

Con esta votación, Yoon queda suspendido de sus funciones, y el Tribunal Constitucional tendrá hasta 180 días para decidir si ratifica su destitución. De confirmarse, el país deberá realizar elecciones presidenciales en un plazo de 60 días. Mientras tanto, el primer ministro Han Duck-soo asumirá como presidente interino.

Protestas masivas y descontento público

El decreto de ley marcial, que tuvo una duración de apenas seis horas, encendió las calles de Corea del Sur. En Seúl, decenas de miles de ciudadanos salieron a protestar en temperaturas bajo cero, exigiendo la destitución y el arresto del presidente. Los manifestantes utilizaron incluso luces de K-pop como símbolo de resistencia.

Por otro lado, miles de simpatizantes conservadores también se movilizaron pacíficamente para respaldar a Yoon, destacando la polarización que atraviesa el país.

El decreto fue revocado por unanimidad en el Parlamento tras paralizar actividades diplomáticas y afectar los mercados financieros. Sin embargo, el daño político ya estaba hecho: la aprobación de Yoon se desplomó a niveles históricos, lo que llevó a legisladores oficialistas a apoyar su destitución.

Acusaciones de rebelión y posibles consecuencias legales

El decreto de ley marcial fue calificado por los partidos opositores como un acto de "rebelión" que violó la Constitución. Según la ley surcoreana, el presidente solo puede declarar la ley marcial en situaciones de guerra o emergencias extremas, sin autoridad para suspender al Parlamento.

Yoon enfrenta una investigación por rebelión, abuso de poder y otros posibles delitos. Si se lo declara culpable, podría enfrentar cadena perpetua o la pena de muerte, ya que los presidentes surcoreanos no gozan de inmunidad frente a cargos de traición o rebelión.