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La diputada definió a la vicepresidente como “una desilusión” y criticó la diferencias que marcó con Javier Milei. Adelantó que va a hacer más denuncias contra los que quieran traicionar al Presidente.
Domingo 19 de Enero de 2025
12:26 | Domingo 19 de Enero de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
– ¿Qué pasó entre ese momento y el momento actual, donde literalmente se llevan a las patadas o directamente no se llevan?
- No es un problema de Javier Milei hacia la vicepresidente. Es la vicepresidente que no toma el lugar que le corresponde. Otra vez, es evidente: ella quería el Ministerio de Seguridad y el Ministerio de Defensa, y no se lo dieron ¿quién se hizo cargo? Victoria Villarruel no. Patricia Bullrich y Luis Petri. Y ella quería esos ministerios: “Bueno, no me los dan, listo, entonces pongo palos en la rueda”.
Sus críticas hacia ambos ministros han sido públicas. Una se arrepintió y la borró, que fue la del gendarme, una falta de respeto. Y no se olviden del homenaje a Isabel de Perón del 17 de octubre, juega a algo muy bizarro. Yo siempre voy hacia el mismo lado; de ella no sabemos dónde tira las pelotas y a quién sigue, porque hace incoherencias.
A mí me sacan una nota porque le doy de comer almíbar a un colibrí con la boca. En mis vacaciones encuentro un colibrí tirado, no tenía con qué darle de comer -no tenía una jeringa en el medio de la sierra- preparé almíbar y se lo di con la boca. Hice un videíto porque me pareció gracioso, lo subí a TikTok, y me hacen una nota sobre eso.
Esta mina va y le pone un busto a Isabel de Perón en el Senado. Viaja a España -con la tuya contribuyente- y le hace un homenaje el 17 de octubre: eso es incoherencia. Después se va a Córdoba a hacer cosplay de gaucho y a domar bombillas, ¿y qué hace?, se va con el intendente liberticida que está queriendo encerrar a los vecinos, como hizo Descalzo en Ituzaingó, pero peor todavía.
– Con estas críticas, uno deduce que para usted sería mejor que Villarruel esté afuera de la Vicepresidencia.
- No nos cambia mucho. Si pudiéramos tener a Ruckauf de vicepresidente sería mucho mejor.
– En el Senado, pienso en Francisco Paoltroni o en Bartolomé Abdala, que son legisladores que están dentro de su círculo.
- Son todas personas que critican al presidente, que no se alinearon. Ellos están donde están por Javier Milei y jamás deberían desafiar la autoridad del presidente de la forma en la que lo hacen, porque es un sinsentido. Si ellos tuvieran la capacidad o tuvieran el poder de arrastrar votos, lo hubieran hecho antes, no gracias a Javier Milei. ¿Qué es eso de llegar a una posición y después retobarte y hacer cualquiera perjudicando al Presidente, como lo están haciendo?
– Pero en la práctica y en los actos institucionales, Victoria Villarruel, cuando tuvo que desempatar, votó a favor del Gobierno.
- Menos mal. Eso hubiera sido barbárico. ¿Tenemos que festejarle que haga lo que tiene que hacer? Yo también voté por todo lo que el Gobierno pidió. ¿Me lo están festejando? No. ¿Por qué tendríamos que hacerlo? “Bien, tomá una galletita, votaste como tenías que votar”, era obvio. Yo no estoy esperando que me festejen que levanté la mano por el gobierno y no espero que me festejen tener asistencia perfecta a las sesiones, porque debo hacerlo, es mi obligación, es mi trabajo y es mi compromiso con el cambio que está teniendo el país y la influencia que estamos teniendo en el resto del mundo. ¿Voy a esperar que me festejen que haga lo que tengo que hacer? ¿Por qué se lo tengo que festejar a ella?
– Entiendo.
- Se llama ajuste mutuo. Cuando trabajás en una empresa, a tus compañeros los ajustás. Si ves que alguien no está haciendo lo que tiene que hacer, vas y le pegás un tironcito. Bueno, se trata de eso. Si me dicen “vos no le llegas ni al talón a Victoria Villarruel”, les respondo: es una fantasía que tienen, que es de casta, de sentirse muy importantes.
Victoria Villarruel mañana puede estar atendiendo un kiosco, da igual, y yo también. Somos personas. Y no es la segunda persona más importante del país, es la suplente del presidente -que es muy importante- cuando no está en la Capital Federal (NdR: no está en el territorio nacional, según lo establecen la Constitución y las leyes) y nada más... Y es más, lo hizo mal porque la última vez que presidió una sesión en el Senado, no estaba autorizada a hacerlo, porque el presidente estaba de viaje y ella lo sabía.
– Hubo toda una polémica sobre eso.
- ¡Basta, Basta ya! Obviamente, a una persona así uno termina haciéndole bullying, porque... Flaca una, dos, tres, cuatro veces. Y encima siempre hay excusas, excusas, excusas. Nos están mirando, la gente nos está mirando. Están esperando más de nosotros. No falles.
– ¿Y está fallando?
- Sí, por supuesto.
– Me quedé igualmente pensando con lo de “se le hace bullying”. Es complicado, porque es la vicepresidente.
- Título: “Lilia le hace bullying a la vicepresidenta”. Y sí... bueno, si quiere llorar que le hacen bullying, que llore… como buena copito de nieve, otra que Bregman. O sea, yo no espero que mi vicepresidente se comporte como Myriam Bregman. ¿Qué es esto? Que pida cupos de género. ¿Qué es esto? ¿Te das cuenta de que no es lo que compramos? Nosotros compramos “esto” y nos dieron “esto”, nada que ver. 17 de octubre, lealtad peronista. Encima, por ejemplo, cuando fue la visita de los diputados al penal. Que uno dice “eso era agenda de Victoria”. Y Villarruel les soltó la mano a los diputados. Yo me comí puteadas y me bardearon porque defendí la situación, porque no hicieron nada ilegal, pero lo hicieron pasar por algo sucio. Y ella no fue capaz de hacer nada: ahí yo me di cuenta, fue ese el momento en el que dije “ella no quiere pagar el costo político de nada, su imagen política para ella es lo más importante, no hacer lo correcto”. Abandonó a las personas con las que trabaja.
– Ella dijo públicamente, lo difundió en un tuit, “voy a estar en el lugar en el que decida el presidente y no voy a tomar ningún camino distinto”.
- Ya lo hizo: al oponerse a la candidatura a la Corte Suprema de Ariel Lijo, al sonreír con el senador por Formosa, el peronista José Mayans, al sospechosamente atrasar el tratamiento de la Ley Bases en el Senado, al no asistir al Pacto de Mayo. Eso es ir en contra del Presidente. Lo que ella diga es una cosa, la realidad es otra, por favor. La realidad es única, mirémosla en hechos.
– Una de las ideas que plantean desde el entorno de Villarruel es que es Karina Milei es la que la manda.
- No. Cuando yo me junto con Karina prácticamente no hablo de esto, no hablo de política. Nos juntamos y tomamos el té. Tenemos una relación personal y arruinar una relación personal por una cuestión política, cuando el alineamiento es natural, porque ideológicamente estamos alineados, y así como Karina va a hacer todo para que a su hermano le vaya bien, yo también. Para mí, ellos dos son las personas por las que yo estoy acá. Ellos están haciendo el cambio que yo quería ver en el país. Están haciendo el cambio que yo quería en el mundo. Yo soy parte de eso gracias a ellos, entonces es natural que me alinee con ellos. No hay discusión.
– El presidente tuvo declaraciones muy duras contra Villarruel. Le cuestionó que antes dijera que no se podía frenar el aumento de las dietas y después que lo haya hecho...
- Es que pobre, gana dos chirolas, encima.
– Y después vino el caso de “las dos chirolas”... ¿Qué piensa de eso?
- Es doloroso que esté quejándose de un sueldo de casi 3 millones de pesos.
– Es la vicepresidente del país.
- ¿Y? El presidente gana cuatro. Y los ministros, también.
– Plantearon como crítica que Lilia Lemoine gana más que Villarruel.
- Sí. Cuatro millones.
– ¿Está bien que Lilia Lemoine gane más que la vicepresidenta del país?
- Porque hasta ahora yo causo menos problemas que ella. ¿Cómo puede ser que en el medio del desastre que heredamos y todo lo que el Gobierno está haciendo ella esté preocupada por el sueldo? ¿Se metió por plata en la política? Yo no me metí por plata. Es más, yo me opuse al aumento que hubo inicialmente en Diputados. Si está preocupada por la plata, ella que supuestamente es abogada -porque nunca ejerció-, que ponga un buffet y gane más de 3 millones de pesos, a ver si el mercado convalida su valor de mercado como trabajadora. Veamos cuánto gana.
Yo no me metí por plata en política, porque la verdad me parece que no lo vale, porque la política te arruina la salud. La salud se te va en picada, subís de peso, se te cae el pelo, ya no disponés de tu vida. Yo no dispongo de mi vida privada y sé que en cualquier momento me van a hacer camas. Me ensucian en los medios, dicen barbaridades sobre mí. La mitad de la gente debe pensar que estoy loca por todas las cosas que han escrito sobre mí. ¿Es algo grato para la vida? No.
– ¿Cómo se lleva con todas estas críticas? Usted es una de las dirigentes de La Libertad Avanza más criticada.
- No es nuevo, me pasa desde que me metí en política. No soy una persona de perfil bajo, soy de perfil alto y ya estoy acostumbrada a exponerme públicamente, porque soy influencer. Y cuando vas en contra del poder hegemónico, siempre te van a pegar. Te pegan cuando sos una persona temida porque no sos fácil de hacer callar -y yo no me callo- y porque tampoco sos corrompible. Soy la típica persona a la que no le ofrecen droga en el boliche, porque no la voy a agarrar, y tampoco me van a ofrecer una coima, porque no la voy a agarrar.
No me pueden comprar, no me pueden callar, por eso soy un problema. ¿Entonces, qué les queda? Desacreditarme. Me bajan el precio, me desacreditan y generan una imagen falsa para que no te tomen en serio. Me cuesta todo más y tengo que hacer todo sola. Me cuesta más, porque estoy desacreditada.
Fernando Espinoza, intendente de La Matanza, gobernador de la quinta provincia de la Argentina, era remisero, no estudió nada ¿y ese tipo está calificado y yo no? Soy perito mercantil, tengo un terciario artístico, soy universitaria no recibida, técnica en IT certificada internacionalmente, que trabajé 12 años en corporaciones, viajé por más de 15 países con mi carrera artística y soy bilingüe. ¿Yo no estoy calificada para ser diputada?
Esa imagen de no idoneidad que empezaron a implantar periodistas, como Viviana Canosa o Juan José Campanella, que me trataron de terraplanista. ¿Por qué? Porque soy realizadora, hice mucha ficción en redes, hice un documental sobre conspiraciones y la Tierra plana era un ejemplo, pero no soy terraplanista y lo vendieron así. O el famoso video del joystick, cuando yo hacía comedia con youtubers como Marito Baracus, que hacen bizarro, hacen humor escatológico… el Pelado Justiciero, hice mucho de eso, y a mí me divertía muchísimo, y me divierte y estoy orgullosa de haberlo hecho. Agarran fragmentos y me insultan con mi trabajo como realizadora audiovisual. También hice de zombie y no sé por qué no dicen que soy zombie, también. Por tener un perfil alto, ser una persona creativa y tirarme contra todo lo que me tengo que tirar, me insultan y denigran. Como no me pueden censurar, ni me pueden herir, ni coimear, entonces buscan destruir mi imagen para que no sea creíble.
– Conoce mucho al presidente, lo acompañó y tuvo una relación personal con él. ¿Qué cambió de ese Milei que usted conoció en el llano, al Milei de ahora, presidente?
- No cambió nada. Se ha vuelto una figura más brillante todavía. El brillo de Javier está saliendo cada vez más fuerte. Y Karina más aún, porque yo la conocí a ella también en la misma época, pero no podía imaginarme de que era capaz de todo el trabajo que hizo. Y además es otra persona a la que intentan desacreditar constantemente: le dicen pastelera, tarotista. Por ser una persona común del pueblo -porque somos gente del pueblo- nos destruyen. ¿Qué, hay que ser un empresario millonario, un político de carrera para ser respetado acá?
– Mencionó a Natalia Zaracho y en las últimas horas criticaron en televisión que ella hubiera llegado a diputada sin tener sus estudios terminados. ¿Qué piensa?
- La gente que dice eso es bruta y no leyó la Constitución. No hay ese tipo de requisitos de idoneidad para ser diputado, más allá de estar mentalmente bien. A uno puede gustarle o no, pero si no tenés voto calificado tampoco vas a tener representantes calificados. Zaracho representa un porcentaje alto de la población y está perfecto.
Yo, personalmente, preferiría tener personas con educación porque quizás de esa forma me aseguro de que su entorno político no la corrompa. Una persona educada, en teoría, se corrompe menos, en teoría, digo, porque no siempre son las cosas así. A mí me preocupa mucho más que Zaracho, tener diputados como Leopoldo Moreau o senadores como Martín Lousteau, que están recibidos. Cobardes. Gente hipócrita, mentirosa, casta. Me preocupa mucho más esa gente que una Zaracho. Y la gente debería saberlo: la Constitución lo único que pide es que tengas cierta edad y que no seas un delincuente, y Zaracho no lo es.
– ¿Cómo fue su experiencia en este primer año de diputada nacional?
- Estoy en política desde el 2019, cuando hice campaña con José Luis Espert. Fui candidata en esa época, de relleno, y me metí justamente porque descubrí las ideas del Partido Libertario y dije “con esto sí vale la pena jugar”. El cambio está en las ideas, el cambio está en el sistema. Y ni hablar cuando empecé a escucharlo a Javier Milei, porque empecé a militar un poquito antes de conocerlo. Nunca me había interesado la política porque no veía una salida en el socialismo, no veía una salida en el peronismo, entonces dije “aquí vamos”. Y cuando me meto en algo, me meto en serio.
Ser diputada es un trabajo más, lo tomo así. Tiene sus lados gratificantes, que es cuando, por ejemplo, logro que se frene una ordenanza municipal de porquería en Villa Allende mientras estoy de vacaciones. O mientras consigo que se traslade a una persona de un hospital a otro, o cuando hay una emergencia, cuando mi despacho denuncia corrupción en un puntero político, o cuando una persona me cruza por la calle, me saluda y me dice “sigan así”. Es muy gratificante.
O cuando puedo hablar con un medio, porque soy una persona a la que le gusta comunicarse, expresarse: tengo un programa de radio, soy influencer y me encantan las luminarias, eso es innegable. Cuando dicen “le gusta figurar”, sí, me encanta figurar, lo siento, soy actriz, soy cantante y me encanta figurar. ¿Qué tiene de malo?
Yo ya estaba acomodada en la vida, vivía como me gustaba y tenía mi trabajo de los sueños: viajaba por el mundo como artista y la gente no me odiaba, no tenía al kirchnerismo odiándome, insultándome por la calle. Pero los peores son los villarruelines, la derecha conservadora rancia, el biondinismo, porque no hay uno que no tenga problema con los judíos -yo tengo abuela judía-, porque hay una explosión de antisemitismo alrededor de la vicepresidente. Lo tengo a Biondini bardeándome y lo llaman a programas de televisión para hablar de mí.
Como trabajo, ser diputada lo voy a hacer como cualquier otro trabajo. Tiene los pro que mencionaba, de poder hablar con la gente, poder solucionar problemas, ser parte de un cambio, apoyar al presidente, estar cerca de Javier Milei para ayudarlo, en lo que sea. Incluso viendo que si los propios traicionan o hacen cualquier barbaridad, para denunciarlos para que la gente sepa a quién va a votar.
– ¿Hay otros que estén en la lista de Lilia Lemoine, como Villarruel, que debe estar encabezando esa lista?
- Sí, pero no importa, ya llegará el momento. Ya he dicho algunas cosas, pero ahora no viene al caso. Tengo tantos frentes abiertos que no tiene sentido. Cuando llegue el momento, se verá. La gente lo va a ver. Cualquiera que desde adentro del espacio traicione las ideas por las cuales nos votaron y, por ende, traicione al Presidente y use la posición que logró gracias al Presidente para beneficio personal o para traicionar a la Patria, va a ser expuesto. Principio de revelación. La gente lo va a ver y nosotros no lo vamos a tapar, porque no somos la casta.
– Hubo en las últimas semanas mucha tensión entre La Libertad Avanza y el PRO. Javier Milei dice una cosa, Mauricio Macri responde otra. ¿Qué piensa de esos roces?
- Hay mucha gente del PRO que yo admiro, aprecio y me llevo muy bien. Hay algunos radicales con los que me llevo muy bien, como Karina Banfi, pero no voy a poner mi amistad o lo bien que me cae una persona por encima de mi ideología o lo que vine a defender, de ninguna manera. El PRO es nuestro aliado natural, pero el PRO tiene que dejar la tibieza de Cambiemos, tiene que dejar el socialismo amarillo de lado, tiene que ser la centroderecha que supuestamente es. Nunca vamos a compartir el desarrollismo con ellos, pero tenemos que ir juntos. Sería lo ideal para la gente y me parece que es lo mejor, pero hay cosas que no se pueden discutir, como el equilibrio fiscal, y el PRO no nos permitió pasar el Presupuesto que el Presidente necesitaba. Ahora estamos sin Presupuesto.
– ¿El PRO tiene la culpa de eso?
- Dependíamos del PRO para que pudiera pasar el Presupuesto y no se pudo pasar, entonces ahí ya tenemos un problema. Tienen que entender que hay cosas que no se negocian, por todo el esfuerzo que hicieron los argentinos y que están haciendo. Sobrevivimos a la pandemia, a Alberto Fernández, sobrevivimos al kirchnerismo, y ahora no vamos a dar marcha atrás, después de haber detenido la inflación, después de no haber tenido déficit fiscal en todo el año, de empezar con una apertura de los mercados, de estar acomodando la macroeconomía, haber terminado con los intermediarios y los mercaderes de la pobreza, haber declarado la educación como un servicio esencial. Ahora que las cosas están funcionando, no es momento de volver a ser tibios, hay que profundizar el plan del gobierno. La economía necesita crecer, salir adelante, y si hay déficit fiscal no se puede. No es negociable, lo dijo el presidente.