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El peronismo en las provincias, con sus propias fracturas de cara al año electoral

Internas en distritos clave jaquean los armados para las legislativas. Unión por la Patria pone en juego 15 senadores y 46 diputados.

Sábado 01 de Febrero de 2025

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13:06 | Sábado 01 de Febrero de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

A medida que se acercan las elecciones legislativas de 2025, el peronismo intenta dar un giro en su estrategia electoral para adaptarse a los nuevos tiempos inaugurados por la victoria de Javier Milei. A nivel nacional y provincial, las heridas de la derrota en 2023 siguen frescas y el panorama se torna incierto para la coalición gobernante. En este escenario, las luchas internas entre sus figuras clave, como la disputa entre Cristina Kirchner y el gobernador bonaerense Axel Kicillof, se suman a una serie de tensiones y desafíos.

 

Unión por la Patria (UP), el espacio justicialista, se enfrentará a la renovación de 15 bancas en el Senado y 46 en Diputados, un desafío importante dado que esos escaños fueron conquistados en 2019 con la victoria de Alberto Fernández. Sin embargo, la situación política ha cambiado drásticamente, con el peronismo perdiendo gran parte de su influencia en las provincias. En 2023, UP gobernaba 16 provincias; hoy solo conserva seis, con divisiones internas entre los propios gobernadores y la irrupción de nuevos actores provinciales que muestran cierta independencia de la coalición.

 

En la provincia de Buenos Aires, la situación se complica por la rivalidad entre Kicillof y Cristina Kirchner. El gobernador bonaerense busca consolidar su liderazgo, pero el peso político de la expresidenta sigue siendo un factor importante en la toma de decisiones. Kicillof, además, se enfrenta a la presión de los intendentes que piden el desdoblamiento de las elecciones nacionales y provinciales, mientras que Cristina y Sergio Massa prefieren mantenerlas juntas para concentrar el voto anti-Milei. La situación es similar en otras provincias como Santa Fe, donde la reforma constitucional ha desatado una guerra interna que podría dividir aún más al peronismo.

 

Mientras tanto, en Mendoza, el peronismo intenta reagruparse ante la creciente presencia liberal en la región. Figuras como los intendentes locales y la senadora Anabel Fernández Sagasti luchan por mantener su lugar en la arena política, aunque las tensiones internas continúan siendo una constante. Además, algunos gobernadores cercanos a Milei, como Osvaldo Jaldo en Tucumán, también presentan incertidumbres sobre cómo se alinearán con el peronismo en el futuro.

 

En provincias como Catamarca, Santiago del Estero y Corrientes, la dinámica de alianzas dentro del peronismo también se encuentra en juego, mientras se barajan estrategias para garantizar una presencia fuerte en las elecciones nacionales y provinciales. Sin embargo, la falta de unidad en muchos de estos distritos plantea una gran interrogante sobre cómo el justicialismo se presentará ante el desafío electoral de 2025.

 

En resumen, el peronismo atraviesa tiempos turbulentos. Las luchas internas, los desacuerdos entre sus líderes y la creciente presencia de nuevas fuerzas políticas son solo algunos de los factores que pondrán a prueba su capacidad de respuesta en un año electoral clave.

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