La ex curtiembre, que ha enfrentado problemas de gestión y producción, despide a más de 20 operarios mientras se espera el inicio de actividades bajo nueva administración.
18:54 | Lunes 10 de Febrero de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Más de 20 trabajadores fueron despedidos de la ex curtiembre de Nonogasta, según confirmó el gremialista Federico Zalazar. La situación fue discutida en una asamblea en la fábrica, donde los empleados plantearon la necesidad de recibir las indemnizaciones correspondientes.
Zalazar indicó que, a pesar de los despidos, se prevé que las actividades en la planta se reanuden el próximo lunes. Sin embargo, los operarios expresaron su escepticismo sobre la viabilidad del proyecto, ya que la empresa que retoma la actividad se dedica al curtido de cuero y ha ofrecido contratos de solo dos años, generando dudas sobre la continuidad a largo plazo de los puestos de trabajo.
Se estima que la planta contaba con aproximadamente 120 empleados antes de los despidos. Muchos trabajadores temen que, dada la condición de las máquinas, que en varios casos estarían fuera de servicio, la reactivación de la producción sea un desafío considerable en un tiempo tan breve.
La industria del cuero en la región ha enfrentado dificultades en los últimos años, marcadas por la salida de empresarios y la exportación de cuero crudo, factores que han afectado la viabilidad de las curtiembres en el país.
La historia de la curtiembre, que fue propiedad de la familia Yoma, está marcada por conflictos y cambios de administración. Tras su quiebra en 2007, la planta funcionó de manera intermitente hasta que un grupo empresario asumió la administración en 2022, luego del fracaso de inversores brasileños. El gobernador Ricardo Quintela había señalado en su momento que el objetivo era estabilizar la producción y abrir mercados de exportación en Europa, Estados Unidos y China.
A pesar de las promesas de generar nuevos empleos y aprovechar la experiencia del personal, la incertidumbre persiste en torno a la capacidad de la curtiembre para reactivar su producción tras años de crisis. La planta, que en su apogeo empleó a 800 personas y tenía una producción diaria de 5.500 cueros, se encuentra en un momento crítico que determinará su futuro y el de sus trabajadores.