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El uso político de las fuerzas armadas: una amenaza institucional bajo el mandato de Donald Trump

Los recientes despliegues militares ordenados por el presidente Donald Trump en ciudades estadounidenses han generado preocupación por su impacto en la democracia y en la integridad de las fuerzas armadas.

Martes 19 de Agosto de 2025

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12:02 | Martes 19 de Agosto de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

 Donald Trump ha intensificado el uso de las fuerzas armadas como herramienta de política interior, una estrategia que ha despertado fuertes críticas tanto dentro como fuera del ámbito militar. El despliegue de tropas de la Guardia Nacional en ciudades como Los Ángeles y Washington D. C., bajo el argumento de combatir el crimen, ha sido interpretado por muchos analistas como una maniobra política que pone en peligro la neutralidad institucional de las fuerzas armadas estadounidenses.

La preocupación no se limita al impacto sobre la democracia, sino que se extiende al efecto que estas decisiones tienen sobre la moral, la cohesión y la imagen del ejército. La tradición de servicio no partidista ha sido históricamente uno de los pilares que sostiene la confianza pública en las fuerzas armadas. Sin embargo, al involucrarlas en conflictos internos y en la llamada “guerra cultural” estadounidense, Trump arriesga convertirlas en actores políticos, debilitando su legitimidad y capacidad de reclutamiento entre jóvenes de diversas ideologías.

Además, el despliegue en ciudades gobernadas por demócratas, muchas de las cuales presentan índices de criminalidad más bajos que algunas urbes republicanas, ha sido interpretado como una forma de castigo político. Esta selectividad refuerza la percepción de que las fuerzas armadas están siendo utilizadas para fines partidistas, lo que podría erosionar su papel como institución unificadora en un país profundamente polarizado.

Expertos en derechos humanos y exmilitares han advertido que esta tendencia podría tener consecuencias graves. La militarización de la seguridad pública, sin una necesidad extraordinaria ni el consentimiento de las autoridades locales, representa una desviación preocupante de los principios democráticos. En palabras de David French, exoficial del ejército y autor del artículo original, “el ejército que yo amo está bajo amenaza… por parte de su propio comandante en jefe”.

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