Dólar, tasas de interés y actividad económica, el trípode sobre el que pivoteará la economía en los 45 días que hay hasta las elecciones del 26 de octubre.
22:35 | Domingo 07 de Septiembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Pocas veces unos comicios provinciales se nacionalizaron de tal manera que pusieran en alerta a los inversores y pusieran en entredicho los principales logros económicos del Gobierno. la pulseada que ganó Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires termina siendo una suerte de plebiscito sobre la gestión del Gobierno, con la economía en el centro de la escena.
Así, la primera batalla económica del período que se abre hasta el 26 de octubre, cuando tengan lugar las elecciones de medio término nacionales, empezó a jugar en las últimas tres semanas, cuando el Ministerio de Economía debió apelar a dos medidas ortodoxas, pero que están fuera de la caja de herramientas económicas libertarias.
Tasas de interés por las nubes
En primer lugar, la fuerte suba de las tasas de interés de referencia en las últimas licitaciones de la deuda en pesos, que llevó el costo del dinero a niveles del 75% anual.
Desde siempre el Gobierno estuvo a favor de tasas de interés reales positivas, esto es, por encima de la inflación, pero como justamente la variación de precios tendió a bajar tras el salto inicial de diciembre de 2023, la tasa de interés también fue acomodándose a la baja, pasando de 133% anual al asumir Javier Milei a niveles del 29% hasta junio. A partir de ahí empezó a subir en cada licitación de deuda en pesos para ubicarse en niveles del 75% en la última renovación de deuda hace una semana.
Flotación sucia
En según término, el Gobierno debió instrumentar una medida que está literalmente en las antípodas de lo que venía anunciando a nivel discursivo, y es la decisión de intervenir en el mercado de cambios a través de recursos del Tesoro, ya no del Banco Central, aunque esto parece más un tecnicismo.
Para los mercados, la señal fuerte es negativa porque el equipo económico debió dar marcha atrás en una de sus "vacas sagradas" como es que en el mercado de cambio el precio de la divisa se defina libremente a través de oferta y demanda. Sin embargo, el recalentamiento del tipo de cambio, con el dólar oficial subiendo hasta $1385, casi la cota superior de la banda, impulsó al Gobierno al volantazo.
Hace sólo cinco meses, cuando el Ministerio de Economía, dio por finalizada la etapa de crawling peg y dispuso las bandas de flotación del dólar entre $1000 y $1400 ajustables, mes a mes, el Gobierno señaló que el tipo de cambio bajaría hasta los $1000 y que el Banco Central debería intervenir para sostener esa paridad. Nunca llegó a nivel, y por el contrario, tras un tramo inicial de tranquilidad el billete verde se despertó y desde entonces no paró de subir.
En este contexto, con las tasas de interés casi duplicando el nivel de inflación proyectada para todo el año, según los últimos datos oficiales en 36,6%, esto no hace más que poner el freno de mano en la actividad económica, que ya venía con problemas. Una simple recorrida por distintos barrios y actividades muestra que las ventas están en caída que no hay plata en la calle.
Así, con menor ingreso por ventas y consumo y tasas de interés volando, las inversiones se frenan en muchos sectores y es difícil sostener la actividad para que la economía crezca. Pero básicamente, en este contexto, la señal más fuerte es que el Gobierno tendrá que evaluar muy de cerca las principales variables y resetear parte de su programa económico.