En un intento de gesto hacia las provincias, Javier Milei nombró a Lisandro Catalán como su nuevo ministro del Interior, pero los gobernadores miran el acercamiento con desconfianza y no bajan las armas.
17:04 | Miércoles 10 de Septiembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Tras el cachetazo electoral en la provincia de Buenos Aires, una de las medidas que anunció el Gobierno para recuperar la estabilidad política antes de octubre fue la conformación de una Mesa Federal con los gobernadores afines. A cargo de esa tarea quedó el nuevo ministro del Interior, Lisandro Catalán. Sin embargo, ante el inminente veto de la ley que modifica la distribución de Aportes del Tesoro Nacional, las provincias miran con desconfianza al flamante funcionario, que corre el riesgo de presidir una mesa llena de sillas vacías.
La decisión del Gobierno que complica la misión de Lisandro Catalán
"No negociamos con una pistola en la cabeza. Primero vetamos y después conversaremos", sentenció este miércoles una fuente de la mesa chica del Gobierno. La contundente afirmación hacía referencia a la Ley de Financiamiento universitario y la Ley Garrahan, pero también al proyecto impulsado por las provincias para garantizar un reparto automático de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). Una decisión que los gobernadores tomaron como una provocación.
La amenaza de la Casa Rosada llegó el mismo día en que el presidente Javier Milei posaba junto a su recién inaugurada Mesa Federal, donde el ascendido Lisandro Catalán tiene la misión de convocar a los gobernadores dialoguistas para "profundizar los vínculos con las provincias que comparten el espíritu de cambio". Así lo expresó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que integra el instrumento de diálogo junto al ministro de Economía, Luis Caputo.
El propio ascenso de Catalán fue visto como una no noticia. En términos prácticos, la mano derecha de Francos ya ejercía las tareas de un ministro del Interior desde su lugar como vicejefe de Gabinete del Interior, por lo que su nombramiento fue tomado como un simple cambio de rótulo. "Me parece fundamental que no solamente sea un nombramiento, sino que haya un poder real de decisión para no perder el tiempo y sea más de lo mismo", sentenció en A24 el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz.
La Mesa Federal que conformó Javier Milei, integrada por Lisandro Catalán, Guillermo Francos y Luis Caputo.
La Mesa Federal que conformó Javier Milei, integrada por Lisandro Catalán, Guillermo Francos y Luis Caputo.
Presidencia
El reclamo de los gobernadores
Más allá de si Catalán tiene poder de firma o no, que su llegada a las nuevas negociaciones se produzca en medio de una ofensa directa a las provincias no adelanta un panorama alentador. Desde los distritos alegan que el proyecto de ATN distribuye recursos que pertenecen por completo a las provincias y alegan que carece de impacto fiscal, con un costo de apenas un 0,05% del PBI para lo que resta de 2025 y un 0,15% para 2026.
"El Gobierno está usando esos fondos que pertenecen a las provincias para su ejercicio fiscal. Por eso no quiere ni negociar con los gobernadores", afirman desde el arco de gobernadores que van desde aquellos que integran Provincias Unidas hasta los peronistas no kirchneristas. Y sentencian: "Con este veto es muy difícil que convoquen porque no tienen credibilidad. Perdieron la confianza en los aliados y en los dialoguistas, y sólo los quieren usar para frenar la incertidumbre post derrota electoral".
Así, el Gobierno corre el riesgo de sufrir otro desplante en su ya maltrecho vínculo con las provincias que se traduzca en más presión sobre el Congreso, donde el oficialismo viene acumulando un sinfín de derrotas legislativas. Si no recompone su relación con los gobernadores, La Libertad Avanza enfrentará un largo camino para llegar hasta el 10 de diciembre, donde espera renovar sus fuerzas en ambas cámaras. Para ello, el triunfo en octubre es esencial.
Qué son los ATN y qué dice la ley que impulsan las provincias
Los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) para las provincias son fondos contemplados dentro de la Ley de Coparticipación Federal, la cual establece que todos los impuestos coparticipables se distribuyen en un 42,34% para el Gobierno nacional y un 56,66% para las provincias de forma automática. El 1% restante se mantiene en un fondo aparte para utilizarse en "situaciones de emergencia y desequilibrios financieros". Esos son los famosos ATN.
Estos aportes son comúnmente denominados transferencias no automáticas o discrecionales, ya que son repartidos de acuerdo a la voluntad del Ejecutivo, sin ningún tipo de criterio o prioridad. Históricamente, los distintos presidentes han utilizado los ATN como herramientas de negociación con las provincias, o para favorecer a sus gobernadores aliados.
Estos fondos volvieron al centro de la discusión política durante el Gobierno de Milei por su decisión de prácticamente congelar las transferencias discrecionales durante su primer año de mandato, bajo el argumento de que solo debían utilizarse en casos de emergencia, como establece la Ley de Coparticipación.
Sin embargo, desde las provincias ponen el foco en el desequilibrio financiero y alegan que en el último año perdieron casi $2.5 billones en montos constantes, una cifra equivalente al 0.3% del PBI. Si se compara con 2023, el derrumbe es aún mayor y llega al 12%, es decir casi $7.4 billones menos que hace dos años (alrededor del 1% del PBI).
En ese marco, la ley impulsada por los gobernadores incorpora un artículo a la Ley Permanente de Presupuesto donde se establece que el Fondo de ATN se debe coparticipar de forma automática y diaria como el resto de los fondos y que "los recursos que la compongan serán considerados a cualquier efecto como integrantes de la masa de fondos coparticipables".
De acuerdo al último informe presentado por la Jefatura de Gabinete al Congreso, en lo que va de 2025 la Nación ya transfirió $84 mil millones a las provincias en concepto de estos fondos. Esto representa un 70% más que lo transferido en todo 2024.