El ministerio fue degradado a subsecretaría y parte de sus fondos se licuaron con la inflación. También se redujeron significativamente las horas de vuelo de brigadistas.
21:13 | Domingo 15 de Septiembre de 2024 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
El ajuste del Estado que la administración de Javier Milei repite como un mantra impactó de distintas formas dentro del Presupuesto para este año. Pese a que la Argentina decidió sostener sus compromisos ambientales en foros internacionales, internamente las partidas destinadas al ministerio de Ambiente (devenido en subsecretaría) y a Parques Nacionales se ajustaron un 40%.
Así surge de un relevamiento que hizo la Fundación de Recursos Ambientales (FARN) en los primeros seis meses del año. De acuerdo a lo proyectado, el ajuste podría llegar al 58% para fin de año por la inflación prevista en las estimaciones del Banco Central.
“El ajuste en las partidas ambientales, de gran importancia para el cumplimiento del derecho a un ambiente sano, no se justifica a partir del objetivo trazado por el gobierno nacional de alcanzar el superávit fiscal. Con tan solo el 3% del superávit generado en el primer semestre del 2024, se podrían haber sostenido los montos en términos reales tanto de las partidas ambientales como las destinadas a las energías renovables”, explicaron en FARN.
Entre los sectores más golpeados están los vinculados al manejo del fuego, cuidado de bosques e incentivos a energías renovables. En un contexto que anticipa un verano seco y caluroso, es un riesgo tener desfinanciados los programas vinculados al fuego. De hecho, en Córdoba se quemaron más de 12 mil hectáreas en las últimas semanas.
“El recorte presupuestario de la cartera ambiental de Nación va en línea con la desjerarquización que sufrió el área con el actual gobierno. Pero en el presupuesto no debe verse solo esto, sino también qué reciben otros sectores o ítems. Qué partidas presupuestarias siguen beneficiándose, actividades que debemos dejar atrás, como los combustibles fósiles”, explicó a TN Eugenia Testa, directora del Círculo de Políticas Ambientales.
El problema en la Argentina es que no solo se desfinancia el área ambiental específica, sino que todos los incentivos para el desarrollo van en la dirección contraria al de la transición o descarbonización. El país se comprometió a la emisión cero para el 2050 y para ello necesita cambiar su matriz energética.
Manejo del Fuego
La Ley de Manejo del Fuego (Nº 26.815) fue aprobada por el Congreso de la Nación a finales de 2012 y tiene un rol primordial a la hora de establecer presupuestos mínimos para el abordaje de incendios forestales y rurales enfocado en la protección del ambiente.
Las partidas relacionadas al fuego -Manejo del Fuego y Servicio Nacional de Manejo del Fuego-, tuvieron una fuerte caída de su ejecución en la primera mitad del año: apenas el 26,7% de su presupuesto vigente. Si se compara con el mismo período de los años anteriores, este volumen se encuentra muy lejos del 45%, 70% y 78% ejecutado en 2021, 2022 y 2023, respectivamente.
“La reducción del presupuesto para lo que tiene que ver con el servicio del Sistema Federal de Manejo del Fuego es preocupante, sobre todo si estamos por vivir una época de sequía que ya se prevé para el verano de 2025″, sostuvo Hernán Giardini, coordinador de las campañas de Bosques y Cambio Climático de Greenpeace.
También, el Gobierno redujo la cantidad de horas para capacitación de personal especializado en controlar incendios. Pasaron de 5100 previstas para este año a 3100. ¿El motivo? Según explicaron fuentes oficiales a FARN a través de un pedido de acceso a la información pública “el 2024 tiene un predomino del fenómeno de El Niño donde las lluvias están siendo las que dominan las situaciones de las regionales y que han tenido influencia en principio en disminuir los eventos ígneos. Por eso vemos necesario hacer un ajuste que conlleva a disminuir la cantidad de horas calculadas”.
“En los últimos años, producto de la crisis climática, hemos visto un aumento en la frecuencia y magnitud de los incendios, especialmente en los bosques andino-patagónicos y en la provincia de Córdoba. Esto subraya la necesidad urgente de un mayor presupuesto para infraestructura, tanto a nivel provincial como nacional, para combatir rápidamente los incendios”, explicó Giardini y advirtió que “cuando el fuego no se logra frenar en los primeros días, se expanden a una situación incontrolable”.
De acuerdo a las predicciones del Servicio Meteorológico Nacional, en los próximos tres meses habría temperaturas más altas de lo normal en gran parte del país y mayor sequía.
Renovables
De acuerdo al informe de FARN, el Gobierno priorizó el desarrollo combustibles fósiles. En concreto, en 2024, solo los fondos destinados a aumentar la extracción de gas natural superan los $150.000 millones.
En 6 meses se ejecutaron menos de $2 de cada $100 presupuestados para la promoción de las energías renovables. La transición energética queda relegada a las decisiones del mercado.
El panorama es complejo: la Argentina necesita avanzar en la transición energética, pero -al mismo tiempo- tiene deudas y décadas de estancamiento económico; por lo cual no puede resignar la explotación de recursos que siguen siendo demandados a nivel global.
En este sentido, Ariel Slipak, coordinador Área de Investigación de FARN, destacó que “si los subsidios a la oferta de fósiles, específicamente esos $150.000 millones, fueran redirigidos hacia la promoción de energías renovables, especialmente a programas para la instalación de solar y eólica de forma doméstica o en zonas rurales, se avanzaría mucho más en una matriz energética más sana desde el punto de vista socioambiental”.
”Esto también contribuiría a una matriz más saludable en términos productivos y económicos, con mejor calidad del empleo, mejores remuneraciones, y promoviendo una actividad con una tasa de aprendizaje y mejora tecnológica futura mucho mejor que la de los fósiles”, afirmó.
De acuerdo con el último Balance Energético Nacional, la matriz energética argentina está dominada por los combustibles fósiles, que alcanzan casi un 86%, mientras que las energías renovables -solar, eólica, biomasa e hidráulica- representan tan solo un 13,9%.
Sin embargo, en tiempos de crisis climática y ecológica, en donde a nivel mundial se discuten las transiciones energéticas que deben llevarse a cabo hacía matrices alejadas de los combustibles fósiles y bajas en carbono, la Argentina impone un fuerte desfinanciamiento de las partidas que promueven las energías renovables.
Según la Ley N°27.191, el país debe alcanzar para 2025 un 20% del abastecimiento energético con fuentes renovables no convencionales, es decir, energía solar y eólica. A nivel internacional, en diciembre 2023, durante la COP 28, Argentina firmó el Compromiso Mundial en materia de Energías Renovables y Eficiencia Energética.
En lo que va del año apenas se ejecutó el 1,6% del presupuesto destinado a energías renovables.
Según Pablo Dellicompagni, presidente de la Asociación Argentina de Energías Renovables y Ambiente, nuestro país cuenta con un gran potencial para desarrollar energías renovables, especialmente solar (fotovoltaica y térmica residencial e industrial), eólica y biomasa, pero este potencial no está siendo aprovechado de manera adecuada.
“Estamos perdiendo la oportunidad de desarrollar la industria nacional de energías renovables y de posicionarnos como un líder regional en este sector, y esto alcanza a todos los vectores energéticos en discusión en el mundo, como el desarrollo del hidrógeno o la electromovilidad”.
Sobre este punto sumó María Eugenia Testa, del Círculo de Políticas Ambientales: “El problema es que la Argentina no solo desfinancia el área ambiental específica sino que todos los incentivos para el desarrollo van en la dirección contraria a la transición energética”.
Bosques Nativos
De acuerdo con el análisis del presupuesto de FARN, El Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos recibe 18 veces menos de lo que debería por ley. En los primeros 6 meses, de cada $100 presupuestados, la partida de Protección Ambiental de los Bosques Nativos ejecutó menos de $3.
¿Para qué sirve tener fondos específicos para bosques nativos? “La Ley de Bosques proporciona fondos a las provincias para la protección, conservación, manejo sustentable de los bosques y control de desmontes ilegales. Si las provincias reciben menos presupuesto, habrá menos capacidad para controlar estos desmontes, lo que probablemente aumentará el desmonte ilegal”, explicó Giardini.
Un elemento fundamental en el financiamiento de políticas de protección de los bosques es el Fondo Fiduciario para la Protección Ambiental de los Bosques Nativos y el del Manejo del Fuego, que aporta una cuarta parte del presupuesto.
El Gobierno anunció en una conferencia de Manuel Adorni que, eventualmente, lo dará de baja. Esto será un golpe de muerte para el financiamiento de las políticas destinadas a la preservación de bosques.
Áreas marinas protegidas
A diferencia de otros ítems en el presupuesto, el Gobierno ejecutó en los primeros 6 meses del año más del 85% de los fondos destinados a las áreas marinas protegidas. Son espacios dentro del mar en donde se limita la actividad humana para preservar el ecosistema. Sin embargo, si no hay modificaciones o redistribución de partidas, el Sistema de Áreas Marinas Protegidas recortaría el 50% de su presupuesto para fin de año.
“Sin suficiente personal destinado a las áreas marinas protegidas y sin presupuesto, se pierde efectividad y se desentiende de los objetivos para las que fueron creadas. Menos fondos significa menos control en áreas clave, menos investigación, conservación y aprovechamiento sostenible”, explicó Testa.
