El obispo Enrique Eguía Seguí aceptó la dimisión y asumió interinamente las funciones eclesiásticas en la localidad del norte cordobés.
22:17 | Jueves 22 de Mayo de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
El obispo de Deán Funes, Enrique Eguía Seguí, confirmó la aceptación de la renuncia del sacerdote párroco Sergio Romero, luego de que se viralizara un video en la que el cura le habría propuesto mantener relaciones sexuales a un camionero. La noticia fue dada a conocer por Canal 2 de esa localidad del norte de Córdoba.
La dimisión fue presentada por el propio Romero el pasado 12 de mayo y, hasta tanto se designe a su reemplazante, será el propio obispo quien asuma de forma interina las tareas pastorales en la parroquia.
Según explicó Eguía Seguí, la decisión se tomó con el objetivo de “proteger la fe del pueblo creyente, sostener la confianza en la institución eclesial y continuar brindando acompañamiento espiritual”.
En paralelo, quedó suspendida la investigación interna iniciada por la Prelatura local por "conductas incompatibles con la dignidad sacerdotal", luego de la aparición del polémico video.
El sacerdote Sergio Romero, protagonista de un video viral en el que ofrecía mantener relaciones sexuales a un camionero, presentó su renuncia como párroco de Deán Funes.
La Iglesia no lo excluirá del todo: “Seguiremos acompañándolo en la fe y en su vocación”, afirmó el obispo, dejando en claro que, aunque Romero ya no ejercerá sus funciones, continuará recibiendo apoyo espiritual.
Todavía no hay detalles sobre la eventual reubicación del sacerdote ni se confirmó si continuará residiendo en la ciudad de Deán Funes, donde hasta hace unos días oficiaba como párroco.
La renuncia de un cura se enmarca en lo que se denomina la “pérdida del estado clerical”, un trámite formal que debe ser elevado al superior eclesiástico y que, en algunos casos, puede incluir la dispensa del celibato.
Aun cuando esta sea concedida, el orden sacerdotal permanece en lo espiritual, aunque se le suspenden al sacerdote las facultades propias de su ministerio, como administrar sacramentos o celebrar misa.
Tras el escándalo, Romero había dicho que se sentía “fortalecido por las oraciones” de quienes lo apoyaban, pero evitó referirse a los hechos que derivaron en su salida del cargo.
