Es un nuevo castigo para el desahuciado hijo menor de la fallecida reina Isabel II por su relación con Jeffrey Epstein.
El heredero al trono, detrás de la decisión, viaja la cumbre del clima COP30 en su primer viaje a América latina.
						
							 19:14 | Lunes 03 de Noviembre de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma 
							
	Cuando el ex príncipe Andrew (Andrés) puede perder la medalla que ganó como piloto de helicóptero de combate en la guerra de las Malvinas en otro capítulo de esta tragedia shakesperiana, William, su sobrino y heredero al trono británico, partió a Brasil para buscar salvar la reputación de la monarquía y la Casa Real con la ecología.
	 
	Su primer viaje a América Latina a la cumbre COP30 en Pará, en el borde de la Amazonía, es su primera gran misión internacional en reemplazo del rey y juntos escribieron el discurso. El soberano no puede viajar a causa de su tratamiento contra el cáncer, pero ama la causa ecológica, por la que ha trabajado toda su vida. Se suma la entrega en Río de Janeiro de su Premio Earthshot en defensa del medio ambiente. Eligió viajar en un vuelo comercial y no en un avión privado.
	 
	Pasará cinco días en Río de Janeiro y Belém reuniéndose con líderes mundiales, encabezando la delegación del Reino Unido en la COP y utilizando Brasil como escenario para el momento más importante de Earthshot hasta la fecha. Sir Keir Starmer, el primer ministro británico, lo acompañará en parte de su gira.
	 
	El Premio Earthshot de William, que ya ha cumplido la mitad de su programa de 10 años y se entrega este martes, otorga un millón de libras esterlinas anuales a cinco proyectos innovadores de clima y conservación para que se expandan y difundan por todo el mundo. Proteger los ecosistemas, recuperar los océanos, limpiar el aire, reducir los residuos y luchar contra la crisis climática son algunos de sus objetivos.
	 
	El príncipe de Gales recibe del alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes (d), las llaves de la ciudad. Foto: EFEEl príncipe de Gales recibe del alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes (d), las llaves de la ciudad. Foto: EFE
	En una declaración al abordar el vuelo comercial, el Príncipe dijo: “Al partir hacia Río de Janeiro, me entusiasma mi primera visita y experimentar la vibrante cultura de Brasil, su extraordinaria biodiversidad y, sobre todo, la calidez de su gente”.
	 
	“Con la atención mundial puesta en Brasil esta semana, no hay mejor lugar para celebrar el liderazgo climático audaz. Ser sede del Premio Earthshot nos permite no solo reconocer a quienes impulsan el cambio, sino también inspirarnos en ellos. Cuando trabajamos juntos con optimismo y valentía, un futuro más sostenible está a nuestro alcance”, dijo su comunicado.
	 
	Un día antes de la llegada del príncipe William, Stephanie Al-Qaq, embajadora británica en Brasil, declaró: "Su padre es increíblemente popular aquí. Admiran mucho a la Familia Real. Nuestra Familia Real tiene una voz muy singular a nivel mundial, y aún más en este tema. Sé que lo espera con ilusión. Estamos encantados de tenerlo con nosotros y espero sinceramente que su voz tenga un gran impacto".
	 
	El rey y el príncipe de Gales asisten a una ceremonia relaccionada con la COP30. Foto: ReutersEl rey y el príncipe de Gales asisten a una ceremonia relaccionada con la COP30. Foto: Reuters
	El futuro de la monarquía
	El rey y su hijo y heredero deben presentar un frente unido y sólido, luego que trascendieron sus diferencias sobre cómo castigar a Andrew y la decisión de William de acelerar la resolución del caso, ante las indecisiones de su padre. Él creía que debían resolverlo durante su reinado y no en el suyo. Esto generó enfrentamientos, filtraciones y una campaña de spin para demostrar que era el rey y no su hijo William quien había tomado la decisión.
	 
	Las relaciones entre las dos cortes no siempre han sido cordiales. Pero los tiempos han cambiado. Deberán dejar la guerra de filtraciones en los tabloides, y ahora, en los diarios tradicionales, de lado si quieren salvar al trono.
	 
	Este viaje, que incluye un discurso en la COP30 junto a presidentes y primeros ministros del mundo entero, lleva el ADN de William: un mensaje conciso, basado en el clima, en búsqueda de soluciones y no de ceremonias.
	 
	Su estilo y su brutalidad en la solución del caso Andrew, confrontando la indecisión de su padre, van a ser puestos a prueba en Brasil, cuando deba enfrentar a la prensa y a la opinión pública en persona.
	 
	Carlos III y su heredeo William. Foto: ReutersCarlos III y su heredeo William. Foto: Reuters
	En medio del escándalo que sacude a la Familia Real al haber desalojado al hermano del rey del Royal Lodge junto a Sarah, su exesposa, eliminado su título de Duque de York y de príncipe y convertirlo en el ciudadano común Andrew Mountbatten-Windsor, la monarquía nunca ha sido más impopular en Gran Bretaña desde la muerte de la princesa Diana.
	 
	El futuro de la monarquía es lo que más preocupa al rey Carlos, que está construyendo un legado que será corto y lamentablemente va a estar marcado por haber desalojado a su propio hermano. Los jóvenes no la aceptan. Republic, el movimiento antimonárquico, por primera vez está consiguiendo amplio espacio en los medios de comunicación a costa de la Familia Real. Nunca había sucedido antes.
	 
	La brutalidad de la pública humillación a Andrew es el precio y la decisión de preservar la monarquía, como han hecho los últimos siglos en cada crisis, cisma, divorcio o casamiento y ahora pedofilia en el marco del caso Epstein.
	 
	El escándalo del príncipe Andrew supone una grave crisis de reputación. Pero mientras ese desastre sigue latente en el Reino Unido, el príncipe de Gales impulsa algo que realmente parece constructivo: una misión medioambiental, a largo plazo, que podría definir su vida pública y su visión de una monarquía más moderna, más sencilla, menos victoriana y pomposa.
	 
	La intervención de Trump
	Su plan en Brasil fue arruinado por el presidente Donald Trump, que decidió referirse al escándalo Andrew públicamente. Trump expresó su “pesar por la familia real” tras la destitución de Andrew Mountbatten-Windsor la semana pasada, luego de que se revelara su amistad con el pedófilo convicto Jeffrey Epstein.
	 
	En declaraciones a la prensa a bordo del Air Force One el domingo por la noche, se le preguntó al presidente estadounidense sobre la decisión del rey de retirarle el título de príncipe a su hermano.
	 
	“Es algo terrible lo que le ha sucedido a la familia”, dijo Trump. “Ha sido una situación trágica. Es lamentable. Lo siento mucho por la familia”.
	 
	Aumenta la presión sobre Andrew, de 65 años, para que declare ante un influyente comité del Congreso estadounidense sobre lo que sabía acerca de las acciones del financiero pedófilo, quien falleció en prisión hace seis años. Pero también sobre Trump para que revele los documentos sobre Epstein, que algunos como Elon Musk consideran que no se publican porque lo involucran.
	 
	¿Sin medallas de Malvinas?
	Para Andrew Mountbatten-Windsor, el antiguo príncipe, el drama no termina. Podría perder su medalla de campaña del conflicto de las Malvinas, después de que el Palacio de Buckingham se negara a descartarlo.
	 
	El secretario de Defensa, John Healey, confirmó que a Andrew se le retiraría el rango honorífico de vicealmirante, el último título militar honorífico que le quedaba. Declaró que su ministerio estaba trabajando para revocar dicho rango, que le fue otorgado a Andrew en su 55.º cumpleaños en 2015.
	 
	Healey afirmó: "En general, el gobierno se ha guiado por las decisiones y juicios del Rey. En materia de defensa, es exactamente igual". Y "hemos visto a Andrew renunciar a los cargos honoríficos que ostentaba en las fuerzas armadas, y, guiados nuevamente por el Rey, estamos trabajando ahora para retirarle el último título de vicealmirante que aún conserva", dijo el secretario de defensa británico.
	 
	Sin embargo, el secretario de Defensa no quiso pronunciarse sobre si Andrew podría conservar sus medallas.
	 
	El Palacio de Buckingham no descartó que Andrés se viera obligado a devolver su medalla, que le fue otorgada tras servir como piloto de helicóptero de la Marina Real en el conflicto de las Malvinas.
	 
	¿A Abu Dhabi?
	La mudanza al palacio de Sandringham de Andrew será probablemente más rápida de lo esperado. La opinión pública no tiene más paciencia por él y debe salir rápido del Royal Lodge. Aunque haya trámites que hacer, como devolver las obras de arte de la Royal Collection o evaluar qué trabajos de remodelación y mantenimiento hizo en la mansión para descontarle de su compensación.
	 
	La prensa británica presume que Andrew no estará demasiado tiempo recluido en Sandringham, que es un campo de 8000 hectáreas, con golf, caballos y cacerías en Norfolk, que pertenece a la familia Windsor, no a la Corona. Estará solo en un cottage de tres o cuatro habitaciones porque Sarah, su exmujer con quien vivía, ha decidido que vivirá en el extranjero.
	 
	Lo imaginan en un palacio de Abu Dhabi, como vecino del rey Juan Carlos de España, ofrecido por su amigo, el Sheikh Mohamed bin Zayed Al Nahyan.
	 
	Con seis habitaciones, piscina interior, gimnasio y cine, más chef cordon bleu, en el palacio volverá a ser tratado como un príncipe y tendrá seguridad, que será uno de los serios problemas para él si quiere salir del palacio de Sandringham.