Sociedad
El nuevo relevamiento del Observatorio Humanitario de esa organización detectó, además, que un 40% sufrió un deterioro económico en los últimos dos años. Los impactantes datos sobre salud
Jueves 19 de Diciembre de 2024
07:12 | Jueves 19 de Diciembre de 2024 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
En un contexto de profundas desigualdades, la situación de los adultos mayores en Argentina revela una realidad aún más preocupante. Casi un tercio de las personas de 60 años o más en Argentina no logran cubrir sus necesidades alimentarias, una realidad que se agravó en los últimos dos años, ya que se incrementó en 12 puntos porcentuales. A esta cifra se suma otro dato alarmante: el 40% de esta población percibe un deterioro en su situación económica. Son dos de los datos más reveladores que arrojó la tercera edición del informe “Calidad de vida de personas adultas mayores en Argentina” elaborado en 2024 por el Observatorio Humanitario de la Cruz Roja.
Ante los resultados del estudio, José Scioli, Director el Observatorio Humanitario de la Cruz Roja Argentina, advirtió que “las personas adultas mayores son un pilar fundamental de nuestra sociedad, y es nuestra responsabilidad garantizar su bienestar. Esta investigación se propone ser una fuente de evidencia para la promoción de acciones efectivas sobre los medios de vida, el bienestar y el derecho a un trato justo y digno de esta población”.
La encuesta abarcó a 1.164 personas adultas de más de 60 años residentes en 23 provincias del país y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El relevamiento tuvo lugar desde octubre a noviembre y forma parte de la serie de informes periódicos a través de los cuales el Observatorio Humanitario evalúa la situación de este grupo etario.
Según el trabajo, el puntaje del IBAM en 2024 fue de 4.9. Este resultado representa un descenso de 0.8 respecto al 2022 y de 0.3 en relación al 2021. Este índice está compuesto por variables de satisfacción de necesidades básicas, y se estima en una escala en la cual 1 que implica bajo bienestar y 10, alto bienestar.
Satisfacción de necesidades de alimentación:
Este aspecto marca una de las primeras alarmas respecto de las urgencias actuales de este grupo poblacional. En 2024, el 29% de las personas encuestadas indicó tener poco o nada satisfechas sus necesidades de alimentación, lo que significa un aumento del 12% respecto a 2022. Solo un 50% consideró que sus necesidades alimenticias están bastante o muy satisfechas, lo que refleja una disminución en la capacidad de acceso a alimentos nutritivos y suficientes, de acuerdo con el informe de la Cruz Roja.
Satisfacción de necesidades económicas:
La dimensión económica registró una de las mayores caídas. El 46% de los encuestados manifestó que sus necesidades económicas están poco o nada satisfechas, un aumento de 13 puntos porcentuales en comparación con 2022. Solo 9% declaró que estas necesidades están muy satisfechas, lo que evidenció la insuficiencia de ingresos en un contexto inflacionario y la pérdida del poder adquisitivo.
Satisfacción de necesidades de atención de salud:
En esta categoría, el 30% de las personas adultas mayores encuestadas expresó que sus necesidades de atención sanitaria están poco o nada satisfechas lo que, una vez más, representa un deterioro respecto de 2022, cuando este aspecto negativo alcanzaron el 23%. Los autores advirtieron que el acceso desigual y las limitaciones en los servicios de salud impactan directamente en el bienestar físico y mental de esta población.
Satisfacción de necesidades de recreación:
El acceso a actividades recreativas también mostró un retroceso. En 2024, el 41% de las personas encuestadas indicó que sus necesidades de recreación estaban poco o nada satisfechas. Este porcentaje se asemeja a los valores registrados en 2021, cuando las restricciones por la pandemia limitaban el acceso a espacios recreativos, y es superior al 36% de 2022.
Satisfacción de necesidades de afecto y cariño:
Esta es, claramente, la dimensión más estable de las analizadas. En 2024, el 24% de las personas encuestadas señaló tener poco o nada satisfechas sus necesidades de afecto y cariño, lo que representa una leve suba respecto de 2022. Los destacado de esta categoría es que deja en evidencia en qué punto se encuentran las problemáticas vinculadas a la soledad y el aislamiento en esta etapa de la vida, cuando es más importante que nunca el vínculo con los afectos y mantener relaciones sociales de calidad.
El puntaje global del IBAM:
El análisis desagregado por nivel educativo y edad mostró variaciones en el puntaje del IBAM. Las personas con niveles educativos más bajos obtienen índices de bienestar menores (4.41 puntos para quienes tienen estudios primarios) en comparación con aquellos con estudios superiores (5.47 puntos). Asimismo, la población de entre 65 y 69 años presentó el puntaje más bajo con 4.64, seguido del grupo de 81 años o más, con 4.90 puntos.
El descenso del IBAM en 2024 evidenció un agravamiento de la vulnerabilidad socioeconómica de los mayores en Argentina. Según los autores, factores como la inflación, la insuficiencia de ingresos, las deficiencias en el acceso a la salud y la falta de oportunidades recreativas son determinantes en este deterioro. En funcion de esto, el informe subrayó la necesidad urgente de implementar políticas públicas que garanticen el bienestar integral, la seguridad económica y el acceso a servicios esenciales, en línea con los derechos establecidos por la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores.
Principales fuentes de ingresos
De acuerdo con el relevamiento realizado por el Observatorio de la Cruz Roja Argentina, el 71,5% de las personas encuestadas cuenta como principal ingreso los haberes jubilatorios o pensiones.
En menor medida, el 18,8%, recibe ingresos derivados de su trabajo:
-10,1% trabaja en relación de dependencia.
-8,7% de los trabajos son por cuenta propia.
-La proporción de personas desocupadas o subocupadas alcanzó el 2,9%, de las cuales un 60,2% buscó trabajo en los últimos seis meses.
El 50% de las personas entrevistadas declaró que sus ingresos no son suficientes para cubrir los gastos y necesidades del mes, lo que representa un deterioro progresivo en comparación con años anteriores, ya que en 2021, el 38% expresó esta insuficiencia y al año siguiente el porcentaje fue de 37%.
Restricción en el consumo
La situación económica tuvo su impacto en el consumo de bienes y servicios esenciales. En los últimos seis meses, el 37% de los encuestados dijo que había dejado de comprar ropa, un 26,9% tuvo que reducir o suspender la compra de medicamentos y el 24,7% restringió el consumo de alimentos y la participación en actividades recreativas y de tiempo libre.
Otros bienes y servicios afectados incluyeron elementos de higiene personal (21,5%), tratamientos médicos y psicológicos (14,1%) y el pago de servicios públicos como luz y gas (13,7%).
Disminución de ayudas estatales
El informe señaló, por otra parte, que un 19% de los participantes del estudio percibió la reducción o eliminación de algún plan o programa estatal en los últimos seis meses.
Entre las respuestas más frecuentes se encuentran:
-La cobertura parcial o total de medicamentos a través de PAMI (76,2% de los casos).
-La disminución de subsidios a servicios públicos como luz y gas.
-La pérdida de beneficios relacionados con la Tarjeta Alimentar y la entrega de bolsones de alimentos.
Una vez más aquí, los datos reflejan un deterioro generalizado de las condiciones de vida, con desafíos en el acceso a servicios y tratamientos, y una alta prevalencia de enfermedades crónicas lo que, para los autores, evidencia la necesidad urgente de fortalecer el sistema público de salud y garantizar la atención integral a esta población.
Cobertura médica
El 71,7% de las personas encuestadas cuenta con cobertura médica a través de PAMI u obras sociales, mientras que un 13,6% accede mediante prepagas. Por otro lado, el 12,9% de los encuestados utiliza el sistema público de salud, es decir hospitales y centros sanitarios estatales.
Percepción del estado de salud general
El 46,5% calificó su estado de salud como bueno, mientras el 34,9% lo consideró regular. En peores condiciones dijo sentirse el 5,7% que lo describió como malo y un 2,8% como muy malo. Solo el 9,1% de los participantes calificó su estado de salud como muy bueno.
De esta forma, en 2024, se registró una disminución del grupo que percibe su salud como “muy buena” en comparación con 2021 y 2022. En cambio, se registró un aumentó 3 puntos porcentuales en el grupo que consideró su salud como “muy mala” , lo que refleja un deterioro gradual en la apreciación de salud en esta población.
La situación socioeconómica de los adultos mayores
El estado de salud de los adultos mayores