17:19 | Domingo 02 de Febrero de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma
Una lectura y un temor es que, a partir de la reivindicación del colectivo LGBTIQ+, se sumaron todos los otros sectores de la sociedad que se consideran agredidos por las políticas de ultraderecha de la gestión Milei. Desde los militantes de derechos humanos, los estudiantes, jubilados, comerciantes y trabajadores en general que han visto cómo se desmantela el aparato productivo y económico de nuestro país, la marcha sirvió para encauzar reclamos.
El objetivo paralizante de las políticas securitistas de Patricia Bullrich quedó suspendido por unas horas, no sólo por el habeas corpus dictado por el juez Alejo Ramos Padilla para limitar el accionar de la policía sino también por el pedido de la propia Casa Rosada para que no haya ataques oficiales a los manifestantes. De cualquier manera, desde el Ministerio de Seguridad no se resignan y mantienen el discurso de que no permitirán pintadas o situaciones que puedan considerarse fuera de la ley en próximas manifestaciones.
El intento de los militantes libertarios por circunscribir la marcha a una expresión palermitana y despegada de los problemas reales del resto del país también fue en vano por la claridad de quienes convocaron para enmarcar la marcha en una situación general de expoliación de las mayorías. Un grupo de periodistas ultra oficialistas también se expresó con un tuit que recriminaba a quienes marcharon no haberse movilizado en otras situaciones de violencia de género que involucran al peronismo pero la maniobra fue poco efectiva hasta desde lo formal. Muchos de ellos de vacaciones, sólo hicieron un desganado copy paste de un texto que alguien escribió en una de las usinas gubernamentales.
¿Preocupará al gobierno que se abandone la paralización social de los últimos meses y se avance a un estado de movilización permanente que cuestione la narrativa oficial de que conserva apoyo popular? Por delante quedan las marchas del 8M y del 24 de marzo, con diferente historia pero con un espíritu común de reivindicación general de los derechos de las mayarías.
Mientras tanto y en paralelo, Karina Milei avanza en un fuerte proceso de consolidación de La Libertad Avanza como la única fuerza representativa de la derecha y en su proyecto de absorber dirigentes del PRO.
Dos hechos marcaron esta última tendencia esta semana. Por un lado, el anuncio de que tres legisladores porteños que pertenecían al partido amarillo y se referencian en Patricia Bullrich cambian su color al violeta. Por otro, la reunión que encabezó Mauricio Macri en la sede del PRO marcó que son más los que quieren unir fuerzas que los que buscan mantener identidad propia.
Si no se anuncian fugas masivas de un partido al otro no es porque Macri mantenga su poder sino justamente por lo contrario. Está tan claro que el PRO está terminado que se prefiere ir anunciando de a poco a quienes adhieren al nuevo liderazgo de Milei para lograr mayor impacto electoral. Karina Milei, además, entiende que el territorio macrista debe ser conquistado poniendo el cuerpo y, a la misma hora de la marcha antifascista, organizó un acto de afiliación masiva en Villa Devoto, barrio que históricamente votó al oficialismo porteño.
La posibilidad de que Macri, o cualquier otro candidato que presente, salga tercero en las elecciones de CABA dejó de ser una pesadilla distópica para los amarillos para convertirse en una posibilidad palpable en cualquier encuesta. Por otro lado, Javier Milei aprovechó el salvaje asesinato de un repartidor en Moreno para fustigar a su gran antagonista en gestión, Axel Kicillof. “UN HÉROE SE FUE AL CIELO”, tituló el presidente en la red social X.
“Hoy mataron a Lucas Aguilar, un repartidor de Moreno que defendió a un vendedor ambulante de un asalto. El vendedor ambulante fue APUÑALADO pero sobrevivió gracias a Lucas. LUCAS HIZO EL SACRIFICIO MÁXIMO POR UN DESCONOCIDO, ENTREGÓ SU VIDA PARA DEFENDERLO.
En consecuencia, y para honrar su valor, crearemos la Condecoración al Valor del Hombre Común, entregada por el Presidente de la Nación, y el primero en recibirla, póstumamente, será Lucas Aguilar.
Lucas es un Héroe y una inspiración para todo el pueblo argentino y en particular para los bonaerenses, que ante la desidia, la inoperancia y el garantismo del Gobernador Kicillof, está sufriendo una catastrófica ola de inseguridad que está terminando en un baño de sangre para la gente común.”
El gobernador contestó con igual dureza, denunciando la maniobra oportunista de Milei:
“Presidente:
Usted tiene derecho a hacer campaña electoral pero no a hacer marketing con el dolor y la tragedia. Desde que asumió como primer mandatario, decidió desertar de las obligaciones que le impone nuestra Constitución. En nombre del ajuste salvaje que está realizando, está pulverizando los ingresos, la producción y el trabajo nacional agravando así -y con sus agresiones, descalificaciones e insultos- la violencia social. Saludo que ahora el tema empiece a preocuparlo. Si realmente quiere colaborar con nuestra provincia podría empezar por devolver los 749 mil millones de pesos del Fondo de Seguridad de los que se apropió ilegalmente, respaldando así los esfuerzos que estamos haciendo para proteger a los bonaerenses en condiciones muy complejas. Y si quiere discutir con seriedad, responsabilidad y sin oportunismos las estrategias de seguridad, lo invito a mi despacho o espero su invitación. Por una vez actúe como Presidente de todos los argentinos; no todo vale por un voto. La motosierra no lleva paz a los hogares. Hay que cuidar al pueblo sin caer en demagogias baratas salidas de la imaginación de su consultor estrella. Por último, en lo personal, me repugna verlo lucrar políticamente con la muerte de un bonaerense, de un ciudadano argentino.”
Por fuera de esta polémica, la justa comprobación de que la Casa Rosada utilizará cualquier hecho que suceda en la provincia para atacar a Kicillof, le da argumentos a quienes creen que desdoblar y aislar la pelea bonaerense de la nacional no es una buena idea. Un gobernador de la provincia de Buenos Aires, en un contexto de ajuste feroz como el que Milei encara tiene muchos flancos para ser atacado si la elección se centra en los problemas locales.
Pero más allá de esto, que es materia de discusión interna dentro del peronismo, quedó claro este fin de semana que la estrategia del gobierno se mantiene incólume: defenderse atacando, con política y oportunismo.