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Jair Bolsonaro deberá cumplir prisión domiciliaria con tobillera electrónica por orden del Supremo Tribunal de Brasil

La medida se enmarca en la causa por intento de golpe de Estado. El expresidente no podrá salir de su domicilio en horarios restringidos ni utilizar redes sociales, y tendrá prohibido comunicarse con su hijo Eduardo.

Viernes 18 de Julio de 2025

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12:21 | Viernes 18 de Julio de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil dispuso este viernes que el expresidente Jair Bolsonaro cumpla arresto domiciliario con el uso obligatorio de tobillera electrónica, en el marco de la investigación por su presunta participación en un intento de golpe de Estado contra el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

La resolución judicial incluye una serie de restricciones adicionales, entre ellas la prohibición de salir de su domicilio durante la noche (de 19:00 a 7:00) y los fines de semana, el veto al uso de redes sociales, la prohibición de comunicarse con su hijo Eduardo Bolsonaro, y la prohibición de acercarse a embajadas o diplomáticos extranjeros.

La medida fue ordenada por el ministro Alexandre de Moraes, quien también autorizó allanamientos en la residencia del exmandatario en Brasilia y en sedes vinculadas al Partido Liberal (PL), fuerza política que lidera Bolsonaro. Durante el operativo, la Policía Federal incautó una memoria USB oculta en un baño, que será analizada por peritos forenses.

La defensa del expresidente manifestó su “sorpresa e indignación” ante lo que calificó como “medidas cautelares severas”, y anunció que se pronunciará formalmente una vez que se conozca la totalidad de la decisión judicial.

El proceso judicial contra Bolsonaro se encuentra en una etapa avanzada, y según fuentes del STF, la sentencia definitiva podría conocerse entre septiembre y octubre. El exmandatario enfrenta cargos por coacción durante el proceso, obstrucción de la Justicia y atentado contra la soberanía nacional, delitos que podrían implicar penas de hasta 40 años de prisión.

Este caso ha generado repercusiones internacionales, incluyendo una reacción del expresidente estadounidense Donald Trump, quien calificó la situación como una “caza de brujas” y amenazó con imponer aranceles del 50% a productos brasileños como represalia.

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