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De la cárcel a la embajada en París: el polémico consuegro de Trump, en el centro de una crisis diplomática con Francia

Es Charles Kushner, padre del marido de Ivanka Trump. Ocupa la embajada norteamericana en Francia desde julio. En 2005 fue condenado a dos años de prisión por fraude fiscal

Martes 26 de Agosto de 2025

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18:08 | Martes 26 de Agosto de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

La crisis entre el embajador norteamericano en París y el gobierno de Emmanuel Macron continúa. El embajador Charles Kushner, padre del marido de Ivanka Trump, la hija del presidente norteamericano, desoyó una citación del Ministerio de Asuntos Exteriores francés. No concurrió el lunes a la convocatoria de la Cancillería francesa, luego de acusar en una carta en el Wall Street Journal al presidente francés de no combatir el antisemitismo en Francia y criticar el currículum de las escuelas francesas sobre el Holocausto.
 
Envió a su encargado de negocios en Francia, con el argumento de que no estaba en el país. El diplomático norteamericano llegó al Quai d'Orsay a las cinco de la tarde, según fuentes de la Cancillería francesa.
 
Se esperaba que Charles Kushner, padre de Jared Kushner (el yerno del presidente Donald Trump), recibiera una reprimenda en una reunión con el Ministerio de Asuntos Exteriores por afirmar que el gobierno del presidente Macron estaba fracasando en la lucha contra el antisemitismo.
 
Ivanka Trump y su esposo Jared Kushner. Foto: APIvanka Trump y su esposo Jared Kushner. Foto: AP
Un mal debut para un embajador no diplomático, que llegó en julio a París. No habla una palabra de francés ni conoce el país. Se involucró en la sacrosanta laicidad del gobierno francés e interfirió políticamente en una decisión soberana del país huésped, como es el reconocimiento del estado palestino en la próxima Asamblea de la ONU.
 
La carta políticamente incorrecta
Kushner escribió una carta a Macron, que posteriormente se hizo pública. En ella, expresaba su “profunda preocupación por el drástico aumento del antisemitismo en Francia y la falta de medidas suficientes por parte de su gobierno para afrontarlo”.
 
“En Francia, no pasa un día sin que judíos sean agredidos en la calle, sinagogas o escuelas profanadas, o negocios de propiedad judía vandalizados”, declaró. Luego dijo que los jóvenes franceses ignoraban el Holocausto y que debía revisarse el currículum de las escuelas francesas.
 
El Ministerio de Asuntos Exteriores replicó en un comunicado: “Las acusaciones del embajador son inaceptables”.
 
La Cancillería francesa afirmó que la carta “era inaceptable tanto en la forma como en el fondo” y constituía “una injerencia en los asuntos internos del país” y una violación de la Convención de Viena.
 
París reaccionó condenando las declaraciones, que “no reflejan la calidad de la relación transatlántica entre Francia y Estados Unidos ni la confianza que debe surgir entre aliados”. El Quai d'Orsay convocó al embajador el 25 de agosto para que diera explicaciones. Él no fue, en un grave “faux pas” diplomático.
 
Los antecedentes
Kushner, un judío ortodoxo de Nueva Jersey, se estaba haciendo eco de una carta enviada a Macron por el premier israelí Benjamín Netanyahu este mes. En ella, el primer ministro afirmaba que los planes de Francia de reconocer un Estado palestino alimentaban el antisemitismo. El gobierno francés calificó los argumentos del primer ministro israelí de “absurdos” y “erróneos”. Una enorme crisis se inició entre Israel y Francia, en la que se ha involucrado el embajador norteamericano en París.
 
Según el Ministerio del Interior de Francia, se registraron 646 actos antisemitas en el país durante el primer semestre de este año. Esto representa una disminución del 28% en comparación con el mismo período del año anterior, pero un aumento del 113% con respecto al total de los primeros seis meses de 2023.
 
Francia cuenta con la tercera comunidad judía más grande del mundo, después de Israel y Estados Unidos, así como con la mayor comunidad musulmana de Europa.
 
Polémico currículum
El escándalo sirvió en Francia para airear el polémico currículum del nuevo embajador norteamericano Kushner, su paso por la prisión de Alabama y el perdón de Donald Trump.
 
En veinte años, el millonario Kushner ha pasado de una celda en Alabama al lujo dorado de una mansión privada en el Faubourg Saint-Honoré, la residencia del embajador norteamericano en París, vecina al palacio del Elíseo. Donald Trump anunció en diciembre el nombramiento del suegro de su hija Ivanka como embajador en París, uno de los puestos diplomáticos más codiciados y honoríficos.
 
Este multimillonario promotor inmobiliario se mudó al Hôtel de la Baronne de Pontalba, residencia de los diplomáticos estadounidenses, una prestigiosa dirección inmobiliaria, en julio. El presidente Macron es su vecino.
 
A su hijo, casado con Ivanka Trump, se le atribuye en gran medida impulsar los Acuerdos de Abraham durante el primer mandato de Trump. Esos acuerdos normalizaron las relaciones entre Israel y cuatro naciones árabes y siguen en discusión, en medio de la guerra en Gaza.
 
“Es un extraordinario líder empresarial, filántropo y hombre de negocios que será un férreo defensor de nuestro país y sus intereses”, declaró Trump sobre él en sus redes sociales. Hace cuatro años, ya le había concedido un favor al indultarlo, justo antes de dejar la Casa Blanca.
 
Venganza, modelo Kushner
En 2005, Charles Kushner fue condenado a dos años de prisión “por evasión fiscal, contribuciones ilegales a campañas políticas y manipulación de testigos”. El caso representó un duro golpe a la reputación de su familia, muy conocida en la comunidad judía ortodoxa de Nueva Jersey. Su madre había huido por un túnel en 1943 con un grupo de judíos del gueto de Navahrudak, entonces en Polonia. Vivió escondida durante más de un año en un bosque, donde conoció a Joseph, su futuro marido. Tras tres años y medio en un campo de refugiados en Italia, la pareja emigró a Estados Unidos.
 
Su padre, Joseph, había trabajado en la construcción. Luego fundó su propia empresa en Nueva Jersey, que su hijo menor, Charles, ha transformado desde entonces en un imperio inmobiliario.
 
Charles, el ahora embajador en París, padre de cuatro hijos, es un filántropo activo: ha financiado dos escuelas judías que llevan el nombre de sus padres, ha subvencionado universidades y hospitales en Israel, así como institutos de investigación médica. Contribuye generosamente a las campañas de políticos demócratas, incluyendo la de James McGreevey, gobernador del estado de Nueva York, quien a cambio le ofreció la dirección de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey en 2002.
 
En aquel entonces, se enfrentaba a su hermano mayor, Murray, por las finanzas del grupo. El fiscal de distrito de Nueva Jersey acabó investigando el negocio familiar.
 
Charles Kushner urdió entonces un peculiar plan de venganza para silenciar a su hermana Esther y a su marido, Bill Schulder, de quienes sospechaba que habían testificado en su contra. Contrató a una prostituta para seducir a Bill y grabar en secreto su encuentro sexual, antes de enviarle el video a su hermana. Sin éxito. Tras este sórdido escándalo, fue condenado y cumplió su condena en una prisión de Alabama. Con su familia furiosa por su conducta.
 
Acceso a la Casa Blanca
La crisis inmobiliaria de 2008 azotó duramente a la familia. Desde entonces, se ha recuperado. Al igual que Charles, quien en 2016 obtuvo acceso repentino a la Casa Blanca gracias a su hijo Jared, quien se había convertido en asesor del presidente Trump. Sin embargo, todavía parece enfadado con su familia.
 
“Creo que Dios y mis padres en el cielo perdonan mi maldad”, dijo en una entrevista, años después de salir de prisión. “Pero no creo que jamás perdonen a mi hermano y hermana por iniciar una investigación criminal y enviar a su hermano a prisión por celos, odio y malicia”, concluyó.
 
El promotor inmobiliario se convirtió posteriormente en uno de los principales financiadores de la causa Trump. Sin segundas intenciones, insistió. “Preferiría no recibir un indulto presidencial”, declaró al New York Times en 2018, para evitar mayor publicidad negativa. Sin embargo, no lo rechazó cuando el presidente Trump se lo concedió dos años después, elogiando su compromiso filantrópico.
 
Opiniones y el Departamento de Estado
Gérard Araud, exembajador de Francia en Washington, celebró el nombramiento de Charles Kushner con un comentario mordaz en X: “Recomiendo leer su currículum ‘jugoso’, como dirían los estadounidenses... Impresiona que diga que no conoce en absoluto nuestro país. Al menos tendrá acceso al presidente. Nos consolamos como podemos”.
 
Otros habían destacado el nepotismo que se reflejaba en este nombramiento. Pero si el suegro de Ivanka puede presumir de tener la confianza del futuro ocupante del Despacho Oval, ¿tendrá realmente alguna influencia?
 
“No estoy seguro de que tenga un papel real; los puestos de embajador suelen ser trofeos. Sobre todo porque, a nivel diplomático, Donald Trump hablará directamente con Emmanuel Macron”, estimó Lauric Henneton en diciembre.
 
Ni la embajada ni el Departamento de Estado respondieron de inmediato a la noticia de que Kushner no asistió a la reunión del lunes.
 
El Departamento de Estado declaró el domingo que mantenía las críticas de Kushner y que el embajador estaba “haciendo una excelente labor promoviendo nuestros intereses nacionales en ese cargo”.
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