Sociedad

“Estuve adentro de su boca”: el kayakista al que se lo tragó una ballena en Chile cuenta su experiencia viral y cómo sobrevivió

Adrián Simancas (23) dice que recién cuando vio el video se dio cuenta de lo que le había pasado. "Me mantuve en estado de alerta y eso impidió que me dejara llevar por las emociones", asegura.

Jueves 13 de Febrero de 2025

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13:42 | Jueves 13 de Febrero de 2025 | La Rioja, Argentina | Fenix Multiplataforma

Estuve dentro de su boca. Fue un momento de mucha confusión. En un principio dudaba, pero al ver el video lo entendí. Desde el momento en que vi algo que se estaba acercando rápidamente, cerré los ojos. Después, sentí como si estuviera dentro de un remolino. Fue algo inolvidable, poético y revitalizante".

Adrián Simancas se volvió viral después de que el sábado fuera sorprendido por una ballena jorobada que salió a la superficie con la boca abierta y lo engulló en Punta Arenas, en Chile. En diálogo con Clarín, el joven de 23 años cuenta que todo sucedió mientras realizaba una práctica híbrida de trekking y packrafting junto a su padre, Dell Simancas (49), en las aguas del Estrecho de Magallanes.

En medio de la travesía que habían iniciado rumbo a la isla Nassau, recuerda que iba remando detrás de su papá, desde hace dos horas. Estaban charlando hasta que sintió un golpe en la parte de atrás.

“Pensé que era una ola, pero la fuerza era demasiada. En medio de la confusión, vi algo entre azul y blanco que se cerraba sobre mí. Creí que había muerto porque un animal me había comido y, pensando en la posibilidad de estar atrapado y sobrevivir dentro de una ballena, se me cruzó por la cabeza el cuento de Pinocho. Creí que ya no había nada por hacer hasta que el chaleco me impulsó hacia arriba”, confiesa.

--¿Cómo mantuviste la calma? --le preguntó este diario.

--Habíamos hecho prácticas de hipotéticas situaciones de rescate. Esta experiencia en entornos naturales, lejos de personas que puedan socorrerte, me mantuvo en estado de alerta e impidió que me dejara llevar por las emociones para poder reaccionar y apreciar mi alrededor. También fue importante la comunicación.

El terror en medio del agua

La secuencia de su primer encuentro con una ballena duró menos de 10 segundos. Adrián percibió que estuvo sumergido un poco más de 6 metros. En el registro fílmico se puede observar cómo el movimiento del cetáceo genera grandes ventanales de agua, mientras Adrián desaparece repentinamente, dejando a su padre en estado de shock ante la impactante escena.

Después de haber sido expulsado por el animal, Adrián volvió a sentir miedo en la superficie. “Mi temor era hundirme otra vez o que la ballena empezara a saltar y ese movimiento le pudiera ocasionar daño a mi papá o hacerlo caer”, recuerda.

"¡Cuidado que va a pasar por debajo tuyo!", le gritó a su papá, pero al mismo tiempo le dio instrucciones: le dijo que se quedara tranquilo y que se aferrara al bote. “Su respuesta me trajo a la realidad, ayudó a no desesperarme y a tomar el control de la situación. Estábamos equipados para resistir la situación. Logramos alcanzar la orilla antes de sentir síntomas de hipotermia y salimos ilesos”, asegura.

Según National Geographic, la garganta de estas ballenas es demasiado estrecha como para que realmente puedan tragarse a un ser humano. Sin embargo, no es raro que, al abrir su enorme boca para alimentarse de peces u otros organismos marinos, una persona pueda ser arrastrada accidentalmente a sus fauces. En ese caso, la persona suele ser escupida de vuelta al mar, ya que el mamífero no puede ingerirla.

--¿Por qué te pudo haber tragado?

-- En la zona también hay orcas. Quizá había peces cerca que quería comer o se acercó por curiosidad.

La moraleja

Adrián es oriundo de Amazonas, Venezuela. Pero desde hace 7 años vive en Punta Arenas, Chile, junto a su papá. En cambio, sus hermanos, Fabián (21) y Paula (14) viven en Colombia con su mamá.

Es analista, programador, técnico informático y compositor. En Spotify tiene una cuenta llamada “Andrés sin fuego” en la que sube canciones de su autoría. Entre sus hobbies se destacan los libros, los videojuegos y la escritura.

Cada dos meses suele emprender expediciones con su padre para explorar el entorno natural y poner a prueba sus condiciones físicas, aprendiendo nuevas formas de atravesar los paisajes.

Para Adrián, el episodio vivido representa ahora una invitación a replantearse cuáles son las cosas por las que vale la pena salir de una zona de confort. Pero también lo hizo reflexionar sobre la necesidad de implementar nuevas medidas de seguridad en sus viajes para apreciar, sin mayores riesgos, las oportunidades de aprender y conocer nuevas especies. Por eso nunca olvida su propósito: visitar esos lugares para conectarse con el entorno y con uno mismo.

 

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